Las anacondas verdes son la nueva plaga de los Everglades

Durante años, Florida le ha hecho la guerra a la invasión de pitones birmanas. Estas serpientes son un gran problema, ya que están en la cima de la cadena alimenticia y han mermado a diferentes especies nativas, incluyendo a los cocodrilos.

Lamentablemente, las malas noticias siguen llegando para el ecosistema del estado. Una nueva amenaza se está apoderando de los Everglades: Las anacondas verdes.

Los científicos del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) aseguraron a través de un informe que esta especie es mucho más grande que las pitones birmanas.  Aunque los primeros avistamientos de esta especie en Florida ocurrieron en el año 2003, cada vez son más comunes. Este crecimiento en el número de ejemplares, está causando especial preocupación en los ambientalistas.

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Se prevé que exista una colonia establecida dentro del Parque Estatal Fakahatchee Strand Preserve, ubicado en el condado de Collier. Desde entonces, la población se ha expandido y ahora ocupa gran parte del sur de Florida. Consumen una amplia gama de animales y han alterado la red alimentaria y los ecosistemas en los Everglades.

Una amenaza inminente

La información que reunieron científicos y administradores del USGS, proporciona un desglose de más de 70 especies de presas que se encuentran en el tracto digestivo de las anacondas verdes. Entre ellas, se incluía principalmente mamíferos y aves, entre sus favoritos se encuentran ciertos y ovejas. También ingieren grandes cantidades de reptiles, como caimanes, iguanas, anfibios y peces. Incluso, en algunos casos incluyen en sus dietas a caimanes y hasta a jaguares si tienen la oportunidad.

Uno de los problemas más importantes de la invasión de anacondas verdes es la dificultad de detectar o atrapar visiblemente esta especie en el enorme paisaje natural. Según expresó el Servicio Geológico de EE.UU, como las pitones, estos reptiles no entran fácilmente en ningún tipo de trampa, ocupan grandes extensiones de hábitat inaccesible y se camuflan bien en el entorno de Florida.

Fotografía de Lutz Dirksen para el Servicio Geológico de Estados Unidos

Proveniente de América del Sur, esta especie es considerada como la más pesada del mundo. Un macho puede llegar a medir hasta 15 pies y pesar más de 100 libras. Mientras que las hembras pueden llegar a ser realmente monstruosas, con longitudes de hasta 26 pies y un peso máximo registrado de 440 libras, según explicó el profesor de biología de la Florida Gulf Coast University, Andrew Durso, al medio NBC.

En un principio, parece difícil diferenciarlas de las pitones, pero hay una característica que las define. Las anacondas destacan por su gran grosor, con el que pueden cazar a grandes animales.

Normalmente, matan a sus presas enrollándose alrededor de ellas y ahorcándolas. Posteriormente, proceden a engullir todo, sin masticar. Esta especie suele pasar mucho tiempo debajo del agua en los ríos, aunque también es capaz de escalar árboles en busca de nidos de aves. Uno de los aspectos más preocupantes es que un ejemplar hembra puede tener hasta 80 crías al año, lo que acelera su reproducción.

Los investigadores aseguran que estas criaturas tienen la capacidad de acabar con animales de tamaño mediano, como zorros, mapaches y zarigüeyas, de la cadena alimentaria. “Esto significa que a los depredadores más grandes les falta una fuente importante de alimento. Los animales de los que se alimentan los mamíferos comenzarán a mermar”, advirtió el científico Charles van Rees al medio especializado Best Life Online. En otras palabras, comenzarán a desaparecer, amenazando diversas especies.

¿Cómo llegaron a Florida?

Aunque no hay certeza de cómo llegaron a Florida, se cree que pudo ser desde Sudamérica y los primeros ejemplares eran mascotas de una persona que decidió liberarlas a la naturaleza.

Los avistamientos de anacondas son más comunes en la costa este de los Everglades, donde el parque se encuentra con el océano. Esto se debe a que esta zona es más húmeda y tiene más vegetación, lo que les proporciona un hábitat ideal.

Desde el año 2019 ingresaron en la lista de especies ilegales en Florida.