Hace cien años, uno de los problemas que debió solucionar el surgimiento del transporte motorizado fue la seguridad coordinada. El paso de los carruajes tirados por caballos al peso y la velocidad de los autos constituyó un factor de riesgo para los usuarios de las vías.
Por ello surgieron las señales de tráfico, las señales sonoras y la luz roja de freno. Esta última surgida en la década de 1920 y por su importancia y efectividad se ha mantenido hasta la fecha en los autos más modernos.
La luz roja de stop cambió la forma en que los conductores y peatones percibían y respondían a las maniobras de frenado de un automóvil. Aumentando así la seguridad vial de manera significativa.
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La primera vez que se utilizó fue en 1923, en la ciudad de Detroit, Estados Unidos. Dicen que el detective Lester Wire, tras presenciar un accidente entre dos automóviles en una intersección, se percató de la necesidad de una señal clara y visible que indicara cuando un vehículo estaba frenando.
Wire diseñó y patentó un sistema de luces que se activaban automáticamente al presionar el pedal de freno, alertando a los conductores que venían detrás de una inminente detención. Este invento marcó un hito en la seguridad vial y sentó las bases para las regulaciones futuras.
Colores de las señales
¿Por qué se eligió el color rojo para esta señal? La elección del color fue influenciada por varios factores. El rojo es un color llamativo y fácilmente distinguible en diferentes condiciones de iluminación. Lo que garantiza que otros conductores noten rápidamente la intención de frenar.
Además, el rojo es universalmente reconocido como un color de advertencia, transmitiendo una sensación de peligro y urgencia. Estas cualidades lo hacen ideal para señalar una acción que requiere atención inmediata y precaución.
La luz roja de freno también resalta la importancia de mantener una distancia adecuada entre vehículos. Al conservar un espacio seguro, los conductores tienen más tiempo para reaccionar ante cambios inesperados en la velocidad del vehículo que los antecede. Esto reduce el riesgo de colisiones en cadena y proporciona un margen de seguridad crucial en situaciones de tráfico intenso, en condiciones climáticas adversas o durante la noche.
En la actualidad, el invento de Wire es una característica estándar en todos los vehículos y su diseño se ha perfeccionado con tecnologías más avanzadas. Los sistemas de frenado automáticos y las luces de freno adaptativas son ejemplos de cómo la seguridad vehicular sigue evolucionando para prevenir accidentes y proteger la vida de conductores y peatones.
Las luces de freno adaptativas son un paso más allá en seguridad ya que indican al conductor que viaja detrás que se está realizando una frenada contundente, parpadeando o que aumentando la intensidad de la luz.
En fin, si su vehículo tiene la luz de freno fundida, solucione el problema de inmediato. Se trata de un elemento se seguridad fundamental para proteger su vehículo y la vida de otros usuarios de la vía.
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