Muchas personas han incluido la avena en su alimentación debido al gran bombardeo de información existente y creen que para alimentarse bien deben consumirla. Pero también existe el otro extremo, aquellos que no la defienden en absoluto.
Hablemos un poco sobre las propiedades de la misma. La avena es un cereal que pertenece al grupo de los carbohidratos, específicamente a los carbohidratos complejos. Contiene fibra, lo cual ayuda a que la absorción de los carbohidratos sea más lenta. La avena también contiene otros nutrientes como hierro, zinc y magnesio, aunque no en sus formas más biodisponibles.
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Ahora, vamos a ver el lado menos positivo: este cereal también contiene una sustancia nada beneficiosa para la absorción de nutrientes, conocida como ácido fítico. Muchas plantas contienen antinutrientes para defenderse de sus enemigos, y el ácido fítico es uno de ellos, ya que impide la absorción de minerales como el magnesio, hierro, calcio y zinc. ¿A qué me refiero con todo esto? A que la avena no es ese ‘superalimento’ que nos quieren hacer creer. Un verdadero superalimento no te robaría o disminuiría la absorción de los nutrientes que realmente necesitas.
¿La avena es un alimento dañino?
No lo creo. Pero tampoco considero que sea el alimento más nutritivo del mundo, como algunos intentan retratar. Tampoco es indispensable. En mi experiencia profesional, si un paciente tiene deficiencia de nutrientes o algún problema intestinal, no le recomendaría este tipo de alimento.¿Por qué? pues, el antinutriente le robaría los nutrientes o minerales que su cuerpo necesita para mejorar.
Personalmente, creo que se le debe agregar muchas cosas para que sea nutritiva, ya que la avena por sí sola tiene pocos nutrientes y no es totalmente biodisponible. Además, no me parece la mejor opción para romper el ayuno o comenzar el día, pero eso es un tema aparte que podemos discutir más adelante.
La avena no es considerado un superalimento / Foto Freepik
Si vas a consumir avena, mi recomendación siempre será combinarla con una fuente de proteínas y grasas para que tenga un mayor aporte nutricional. No recomiendo consumirla con demasiada frecuencia, dependiendo de la tolerancia y condición de cada persona.
Personalmente, yo no consumo avena en mi día a día porque no me parece esencial, tampoco es que la disfrute mucho. La última vez que la consumí fue en una preparación de pancakes hace unos 2-3 años. La verdad es que no la extraño, ya que no crecí comiendo avena, y como mencioné anteriormente, pienso que hay alimentos más ricos en nutrientes que son perfectos para comenzar el día.
Valeria Pérez es licenciada en nutrición y dietética (RDN,LDN). Se graduó en la Universidad de Florida. También es columnista de Miami Diario. Síguela en sus redes sociales: Instagram @itsvalthedietitian
