El jueves 16 de noviembre, una desesperada madre respondió a un llamado de emergencia hecho desde la guardería Decroly Learning Child Care Center en Homestead. Cuando la mujer llegó al sitio, se encontró con el terrible escenario de que su hijo había sufrido quemaduras en su cuerpo.
Samantha Cabrera dijo en una entrevista para NBC, que su bebé de 1 año, llamado Ozias Veloso, sufrió un incidente con un calentador de biberones. El informe de la guardería reveló que el pequeño estuvo buscando un juguete y de alguna manera el agua y la leche del equipo cayeron sobre su pierna.
“No sé por qué había un equipo de estos cerca de un niño. No sé si estaban o no prestando atención a mi bebé o qué ocurrió exactamente”, dijo Cabrera.
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La mujer afirmó que su hijo sufrió quemaduras de segundo grado. A pesar de que un empleado le puso agua fría y una venda, el pequeño tenía ampollas y descamación de piel.
“Al principio su piel se estaba despegando y luego comenzó a burbujear. El agua y la leche deben haber estado extremadamente calientes”, apuntó.
Según Cabrera, los directivos de la guardería no llamaron a los paramédicos durante el hecho. En su intento por obtener respuesta por un posible descuido, contrató a un abogado y espera que Decroly Learning Child Care Center responda por lo ocurrido.
La respuesta de la guardería sobre el caso
El 22 de noviembre, el centro de cuidado infantil envió un comunicado a NBC. En el texto, manifestaron que su labor siempre ha sido brindar seguridad y calidad en la atención de los niños de las diferentes familias de la comunidad de Homestead.
En ese sentido, informaron que actualmente se está llevando a cabo una investigación sobre el caso y que están colaborando con las autoridades.
“Durante más de 23 años, la misión del Decroly Learning Child Care Center ha sido brindar cuidado infantil seguro, asequible y de alta calidad. Nuestro equipo está sacudido por el reciente accidente y actualmente se está llevando a cabo una investigación sobre las causas de esto”, indicaron.
Los directivos apuntaron en el texto que el centro de cuidado infantil está “comprometido” a brindar ambiente seguro y respuesta eficaz ante lo ocurrido.
Por este hecho el bebé no podrá llevar sol durante un año y tendrá una cicatriz de por vida. Foto: Captura de video.
¿Podrían enfrentar consecuencias legales?
Tal como exponen las regulaciones del Departamento de Niños y Familias de Florida, los calentadores de biberones deben estar inaccesibles para los menores. Es decir, su ubicación tiene que estar lejos del alcance de cualquier niño.
Por otra parte, en las normativas se establece que los dispositivos deben mantener la temperatura más baja posible y el personal de los centros de cuidado tienen que asegurarse que estos se vuelquen, salpiquen o se derramen.
Por ahora no se ha revelado si la guardería podría enfrentar consecuencias legales por este accidente. NBC reveló que el centro ha cumplido con todas las inspecciones de forma reciente.
Sin embargo, Cabrera está trabajando con su abogado mientras investiga acciones legales para responsabilizar a la persona que se supone debía cuidar del niño. Mientras el caso sigue su curso, decidió no enviar a su hijo a la guardería.
El pequeño, quien fue tratado en el HCA Florida Kendall Hospital no podrá tomar sol durante un año y lamentablemente tendrá una cicatriz de por vida.
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