USA

EE.UU instala máquinas expendedoras con antídotos para sobredosis: ¿Cómo funcionan?

El programa es totalmente gratuito y anónimo.

Por Angel David Quintero
EE.UU instala máquinas expendedoras con antídotos para sobredosis: ¿Cómo funcionan?
Facebook Twitter Whatsapp Telegram

Como si de un virus imparable se tratara, las muertes por sobredosis en los Estados Unidos ocurren cada vez de manera más seguida. Para el año 1999 el país registraba menos de 20.000 fallecimientos anuales; sin embargo, la cifra no ha hecho más que crecer con el paso del tiempo.

Uno de los principales responsables de este significativo aumento es la droga “zombi”, mejor conocida como fentanilo. De las 106.699 muertes registradas en 2021, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU (CDC), 70.601 ocurrieron producto de esta droga sintética.

Muchas de estas personas perdieron la vida sin ni siquiera saber que consumían fentanilo. Esta sustancia es 100 veces más potente que la morfina y 50 veces más que la heroína. Por esta razón, algunos vendedores de estupefacientes “potencian” otros productos, no tan letales, sin informarles a sus compradores que están mezclando con fentanilo.

Leer más: Departamento de Salud pedirá a la DEA “relajar” políticas sobre la marihuana

De acuerdo con un reportaje de la BBC, solo 2 miligramos son suficientes para ocasionar una sobredosis. Hasta ahora, no hay indicios de que vaya a detenerse esta tendencia al alza del consumo de sustancias. Frente a esta situación, tanto el Gobierno federal como organizaciones sin fines de lucro se han puesto manos a la obra en diferentes estados del país.

El programa se ha ido expandiendo progresivamente, Foto: MARIANA SANCHES\BBC NEWS BRASIL

Máquinas “milagrosas”

Fue así como en febrero de 2021 empezaron a aparecer máquinas expendedoras en las calles de Cincinnati, Ohio, que no proveen comida precisamente. En su interior, están equipadas, entre otras cosas, con Narcan, el medicamento de venta libre usado para salvar la vida de las personas que sufran una sobredosis por fentanilo. De esta forma, en caso de una crisis, cualquier persona puede tener acceso fácil y rápido al antídoto.

Pero el alcance de estos equipos no se limita en evitar la muerte por sobredosis. También hay tiras reactivas rápidas para detectar drogas, pruebas rápidas de VIH, condones femeninos y masculinos, así como kits de higiene básica y para el cuidado de las heridas.

El medicamento es de venta libre y de fácil uso. Foto: Simhcottumwa

La idea la llevó a cabo Caracole, una organización sin fines de lucro especializada en la prevención del VIH. Esta iniciativa la replicaron de países como Dinamarca y Noruega, que emplean estos artefactos en sus calles desde hace más de 30 años.

Desde entonces, otros estados han copiado esta iniciativa. A principios de 2022, Nevada comenzó una campaña para surtir sus máquinas expendedoras de reducción de daños con antídotos para las sobredosis.

En junio de este año. Nueva York instaló su primera máquina expendedora gratuita. El último en sumarse a la iniciativa fue Washington D.C., de la mano del Gobierno central, que ha instalado, de momento, siete de estos equipos en los alrededores de la Casa Blanca y el Capitolio.

¿Cómo funcionan las máquinas dispensadoras?

El procedimiento para pedir los productos cambia levemente de acuerdo con el estado, pero en todos los casos todos los utensilios son completamente gratuitos. Cuando alguien desee usar la máquina deberá llamar al número de teléfono que está en su exterior. Del otro lado, habrá operadores las 24 horas del día, quienes le proporcionarán un código para que el usuario pueda introducirlo en el dispositivo y que este dispense lo solicitado.

Todo el proceso se lleva a cabo de manera anónima, aunque en algunos casos los operadores pedirán que se registre en el sistema. Los clientes reincidentes podrán seguir usando el servicio las veces que lo deseen. Sin embargo, en algunas ocasiones les preguntarán si desean información sobre programas para mejorar su salud y bienestar.

La inversión inicial para una máquina expendedora de reducción de daños puede alcanzar los $15.000. No obstante, su mantenimiento mensual puede ser de $1.300, lo que se traducirá en un ahorro en los gastos de salud pública del país.

“En términos de coste-beneficio, es mucho más barato sustituir los elementos de la máquina y mantenerla en funcionamiento que contratar a un educador o un trabajador social durante 40 horas a la semana” para convencer a las personas adictas a estas sustancias, afirmó Suzane Bachmeyer, directora de prevención de Caracole, en declaraciones a la BBC.

Para finalizar, la especialista explicó que el hecho de que sea anónimo y sin intermediarios hace posible llegar a más necesitados, ya que no se sienten juzgados ni observados.

Aun es necesario que estas máquinas puedan llegar a más estados y que los involucrados pierdan el temor de utilizar estas opciones, por pensar que puedan ser detenidos. Sin embargo, es un buen paso para ayudar a reducir las cifras de fallecimiento por sobredosis.

Relacionados