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El “Ministerio de la Verdad” de Biden es un atentado a la Libre Expresión

Por Ronna McDaniel, Presidenta del Comité Nacional Republicano La semana pasada, la administración de Biden anunció la creación de su nueva Junta de Gobernanza de la Desinformación. Si esto suena como algo sacado de una novela distópica, no estamos muy lejos. Los críticos lo compararon rápidamente con el Ministerio de la Verdad en “1984” de […]

Por Allan Brito
El “Ministerio de la Verdad” de Biden es un atentado a la Libre Expresión
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Por Ronna McDaniel, Presidenta del Comité Nacional Republicano

La semana pasada, la administración de Biden anunció la creación de su nueva Junta de Gobernanza de la Desinformación. Si esto suena como algo sacado de una novela distópica, no estamos muy lejos. Los críticos lo compararon rápidamente con el Ministerio de la Verdad en “1984” de George Orwell. Pero la comparación difícilmente parece una exageración. La Junta de Gobernanza de la Desinformación es un claro intento de controlar la conversación nacional y acabar con la disidencia. Eso es fundamentalmente antiestadounidense y un ataque a nuestro derecho a la libertad de expresión garantizado por la Primera Enmienda.

El anuncio se produce pocos días después de que el multimillonario y autodenominado “absolutista de la libertad de expresión” Elon Musk comprara Twitter, provocando un colapso entre los izquierdistas. El momento es ciertamente sospechoso. Parece que a los Demócratas les preocupa que ya no puedan confiar en las Big Tech para ayudar a orientar su narrativa. En cambio, están utilizando el Departamento de Seguridad Nacional para obligar a los estadounidenses a tragarse su agenda. Aparentemente, la libertad de expresión y de pensamiento es una amenaza para nuestra seguridad nacional.

¿Lo más irónico de esta extralimitación de poder por parte de la administración Biden? La recién nombrada zarina de la desinformación, Nina Jankowicz, tiene un historial de difusión de información errónea. Ardiente partidaria de Hillary Clinton, promovió teorías de conspiración desacreditadas sobre los supuestos vínculos del entonces candidato presidencial Donald Trump con Rusia y el Kremlin, a lo largo del ciclo electoral de 2016. Negó la validez del escándalo de la computadora portátil de Hunter Biden y, en cambio, insistió en que era parte de un esfuerzo de desinformación ruso para influir en las elecciones presidenciales de 2020. E incluso después de que el dossier ruso publicitado fuera desacreditado como una turbia operación de propaganda contra el presidente Trump, Jankowicz defendió a Christopher Steele como una autoridad en desinformación. Si bien la Secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, insiste en que la junta es apolítica, el historial de partidismo de Jankowicz plantea serias dudas sobre su capacidad, o voluntad, para preservar la libertad de expresión por igual para todos los estadounidenses.

La creación de esta junta es alarmante, pero los conservadores no son ajenos a la censura. El año pasado, el presidente Trump fue expulsado de Twitter. Apenas unas semanas antes de las elecciones de 2020, la empresa suspendió la cuenta del New York Post por haber publicado las últimas noticias sobre el escándalo de las computadoras portátiles de Hunter Biden, una historia que incluso el New York Times ahora admite que es cierta. El popular sitio de sátira conservadora Babylon Bee fue bloqueado de su cuenta por “confundir” a una funcionaria de la administración de Biden, la Dra. Rachel Levine, con un hombre, lo que Twitter considera “contenido de odio.” Tucker Carlson de Fox News también fue atacado por una publicación similar.

Incluso el Comité Nacional Republicano ha sido víctima de la censura. El mes pasado, mi episodio de podcast con el presidente Trump fue eliminado de YouTube. E incluso más recientemente, un informe explosivo de investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte descubrió que Gmail, la plataforma de correo electrónico de Google, envió correos electrónicos Republicanos a “spam,” a una tasa aproximadamente 820% más alta que los llamados similares para recaudación de fondos de los Demócratas, durante el ciclo electoral de 2020. Como resultado, los Republicanos perdieron aproximadamente $1,500 millones en contribuciones durante el ciclo electoral de 2020 y más de $2,000 millones desde 2019.

El pueblo estadounidense está cansado de este doble rasero. Están hartos de autocensurarse para evitar ofender a los oligarcas de Silicon Valley. Están alarmados porque la plaza pública moderna se está alzando en armas para satisfacer una agenda política radical. Es por eso que el RNC está contraatacando. La semana pasada, nos unimos al NRSC y al NRCC para presentar una queja conjunta ante la FEC, con respecto a la censura de Google de los correos electrónicos de recaudación de fondos de los Republicanos. Continuaremos exponiendo a Jankowicz como la gacetillera partidista que es. Y haremos que la administración Biden asuma la responsabilidad que le cabe por proponer tan inquietante y distópico Ministerio de la Verdad.

La libertad de expresión, la libertad de pensamiento y la libertad de disentir son características de nuestra república, y nunca son más importantes que durante un ciclo electoral. Mientras los Demócratas buscan amordazar a los estadounidenses, el Partido Republicano continuará luchando por la libertad de expresión para todos.

 

 

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