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Las piscinas y las infecciones: Cómo disfrutar de la alberca sin enfermarte

Por Aliza A. Lifshitz – Dra. Aliza La enfermedad más común causada por nadar en agua contaminada es diarrea, cuando ingieres el agua que contiene los gérmenes. Los gérmenes que se encuentran con mayor frecuencia son el Criptosporidio, la Giardia, la Shigela, el Norovirus y la E. Coli 0157. Estos gérmenes, de acuerdo con los […]

Por Allan Brito
Las piscinas y las infecciones: Cómo disfrutar de la alberca sin enfermarte
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Por Aliza A. Lifshitz – Dra. Aliza

La enfermedad más común causada por nadar en agua contaminada es diarrea, cuando ingieres el agua que contiene los gérmenes. Los gérmenes que se encuentran con mayor frecuencia son el Criptosporidio, la Giardia, la Shigela, el Norovirus y la E. Coli 0157. Estos gérmenes, de acuerdo con los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC), pueden sobrevivir por minutos o días (dependiendo del germen), aún en agua que está clorada correctamente.

Los niños y las mujeres embarazadas pueden desarrollar enfermedades más severas si se infectan con el Criptosporidio o la Giardia. Por otro lado, la infección por Criptosporidio puede ser potencialmente mortal para las personas con el sistema inmune comprometido, como las personas con SIDA, las personas que han recibido un trasplante de órgano o los que están recibiendo algunos tipos de tratamientos para cáncer.

Otros problemas causados por el agua contaminada incluyen infecciones en la piel, los oídos, los ojos y enfermedades respiratorias.

Se desconoce cuántas personas se enferman después de nadar porque muchas no van al médico y, aunque vayan, muchas infecciones no se reportan a las autoridades locales. Los CDC estiman que probablemente haya entre 20 y 60 brotes de enfermedades infecciosas causados por aguas recreacionales al año en EE. UU., la mayoría en los meses de junio, julio y agosto, aunque creen que estos números representan una fracción de los que realmente suceden. Lo que sí enfatizan es que el 70% de los brotes provienen de los jacuzzis por varias razones: el cloro se metaboliza especialmente rápido en el agua caliente, los chorros de la bañera hacen que el cloro sea menos eficiente y pueden arrojar agua contaminada directamente en la nariz o la boca. Algunas bacterias se reproducen mejor en agua caliente, como la Legionela, que causa la enfermedad del legionario, similar a la pulmonía. Finalmente, otra bacteria que se encuentra con frecuencia en los jacuzzis es la Pseudomonas, que causa erupciones en el cuerpo.

Los CDC recomiendan ciertos pasos básicos para protegerse y proteger a otros. Son los siguientes:

  • Enjuagarse en la ducha durante un minuto antes de meterse al agua. Esto elimina la mayor parte de la suciedad, el sudor, los aceites de tu cuerpo, o cualquier otra cosa en el cuerpo que use químicos de la piscina que se utilizan para matar gérmenes. La mayoría de las personas tienen como 0.14 gramos de heces que se podría comparar a unos cuantos granitos de arena en el cuerpo, en cualquier momento, de acuerdo con los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC). Por eso se recomienda que todos tomen una ducha.
  • No tragues el agua. Puede contener gérmenes. Se les debe enseñar esto a los niños. No deben poner agua en sus bocas ni por diversión ni por accidente.
  • No nades si estás enfermo. Nadie debe meterse a la piscina (ni a ningún lugar en donde otras personas naden) si está enfermo. No importa si lo que tienen es un resfriado o un trastorno gastrointestinal (con o sin diarrea). No nades si tienes diarrea (esto incluye a los niños).
  • Practica buena higiene. Si se trata de un niño pequeño que usa pañal, revisa el pañal frecuentemente y cuando sea tiempo de cambiarlo, hazlo lejos de la piscina. Si es un niño joven que no usa pañal, programa descansos regulares para llevarlo al baño. Lo importante es seguir buenas reglas de higiene y no usar la piscina como baño público. Y si se ha tenido un episodio de diarrea por el microorganismo llamado Criptosporidio, es importante no meterse a la piscina por dos semanas después de que la diarrea haya parado.

Es importante usar tu sentido común. Si el agua de un lago o un río se ve muy turbia o huele mal, no nades allí y, aunque se vea cristalina y huela bien, no bebas esa agua. Evita nadar cerca de áreas en donde hay tuberías de drenaje y revisa las condiciones de calidad del agua de tu estado si vas a ir a la playa a nadar, especialmente después de que haya llovido.

Si tienes una herida, aunque sea un rasguño, es mejor que no te metas al agua (o al menos, cúbrela con un vendaje impermeable). Hay una bacteria, Vibrio, que es rara, pero que puede causar infecciones serias.

Date una ducha con agua y jabón sin el traje de baño después de nadar, para remover y matar a cualquier germen que tengas en la piel. Lava tu traje de baño también. Esto ayuda a evitar erupciones en la piel.

Meterse al agua puede ser una forma de escaparse del calor y de hacer ejercicio, pero hay que tener precaución para evitar contraer una infección.

Sobre la Dra. Aliza 

Aliza A. Lifshitz, conocida por su amplia trayectoria en los medios hispanos como la Dra. Aliza, es la experta de salud de la cadena de televisión educativa para la comunidad hispana HITN.  En HITN es anfitriona del bloque diario de programación Vida y Salud, un espacio en el que comparte información y herramientas a los hispanos para llevar vidas más saludables y comunicarse mejor con sus doctores.

 

 

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