Ni Dorian le quita las ganas a los cubanos de Miami de jugar dominó en La Pequeña Habana

Los ancianos y pensionados de distintas localidades se reúnen en el Parque Máximo Gómez, todos los días, con el fin de poder distraerse y pasar las horas jugando lo que les apasiona, pese a que la tormenta, lluvias y vientos se encuentran amenazando la estabilidad de Florida.

Por Redacción MiamiDiario

Los últimos días han sido de suma tensión en los países del Centroamérica e incluso Norteamérica, incluyendo a los Estados Unidos tras la llegada del Huracán Dorian en ciertas regiones, donde se han producido algunas catástrofes tales como en el caso de Las Bahamas, cometiendo daños irreparables a la infraestructura.

Por su parte, el estado de Florida en EE.UU. se mantiene en alerta, puesto que la ruta de Dorian ha cambiado en varias oportunidades sin terminar de afectar, por fortuna, el territorio. Cada quien trata de protegerse a su manera y con lo que tiene, incluso es válido de vez en cuando realizar una que otra distracción, sin arriesgarse o exponerse mucho, para poder despejar la mente del flujo de noticias referente a la tormenta.

Por ejemplo: un juego común entre los residentes cubanos, según informa el portal San Diego Union Tribune ha sido el dominó, sobre todo entre los ancianos de las localidades del Estado, quienes no creen ni en ciclones, tormentas o huracanes y pasaron, como cualquier otro día, el lunes teniendo extensas partidas en el Parque Máximo Gómez, conocido como “Dominó Park”, ubicada en la Pequeña Habana. Ismael Roig fue entrevista por la web , quien aseguró que “pase lo que pase, venimos”.

Las fichas resuenan con fuerza en la mesa, mientras los vientos aumentan a más de 250 kilómetros por hora, sin embargo esto no es impedimento, a pesar de que todavía se encuentran lejos de la tierra en Florida. Salen porque “En la casa nos volvemos locos”, insistió Roig.

Este martes además el Parque abrió sus puertas y se estará llevando a cabo un torneo de dominó. “Aunque el ciclón estuviera ahí mismo, al otro lado de la calle, estos hombres vendrían. Es un vicio, una necesidad, el mayor pasatiempo de los cubanos mayores. Llueva, truene o relampaguee habrá torneo”, dijo Miguel Ramos, empleado de dicho lugar.