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Papa Francisco enaltece la vocación al servicio de José Gregorio Hernández

El Santo Padre destacó la vida del “médico de los pobres” durante su catequesis.

Por Cristina Cedeño
Papa Francisco enaltece la vocación al servicio de José Gregorio Hernández
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El médico laico venezolano, José Gregorio Hernández, quien fue beatificado en abril de 2021, ha sido puesto esta mañana por el Papa Francisco en la Audiencia general como un “testigo apasionado del anuncio del Evangelio”.

En su ciclo de catequesis sobre “La pasión por la evangelización, el celo apostólico del creyente”, que comenzó en enero destacó las bondades que contiene el beato José Gregorio y por el que muchos cristianos a nivel mundial depositan su fe.

El Papa manifestó que la caridad fue “la estrella polar que orientó la existencia de José Gregorio: persona buena y solar, de carácter alegre, dotado de una fuerte inteligencia para hacerse médico, profesor universitario y científico”.

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En la Audiencia general, el Santo Padre destacó que a la riqueza del dinero, José Gregorio Hernández prefirió la del Evangelio, gastando su existencia para socorrer a pobres y necesitados sin esperar nada a cambio.

“En los pobres, los enfermos, migrantes, en los que sufren, José Gregorio veía a Jesús. Y el éxito que nunca buscó en el mundo lo recibió, y sigue recibiéndolo, de la gente, que lo llama santo del pueblo, apóstol de la caridad y misionero de la esperanza”, explicó.

Compromiso con la palabra

El Santo Padre ha subrayado asimismo que el beato José Gregorio, cuya fiesta litúrgica se celebra el 26 de octubre, “ nos estimula también en el compromiso delante de las grandes cuestiones sociales, económicas y políticas de hoy. Muchos hablan mal, muchos critican y dicen que todo va mal”.

“Pero el cristiano no está llamado a esto, sino a ocuparse, a ensuciarse las manos, sobre todo, como nos ha dicho san Pablo, a rezar, y después a comprometerse no en chismorreos, sino a promover el bien, a construir la paz y la justicia en la verdad”, dijo el Papa. “También esto es celo apostólico, es anuncio del Evangelio, es bienaventuranza cristiana: ‘bienaventurados los que trabajan por la paz”.

Un hombre de oración

El Romano Pontífice destacó que José Gregorio era un hombre gentil, humilde, y fiel seguidor de la palabra de Dios, que se convirtió en médico para salvar no solo el cuerpo físico sino las almas, dijo Omnes.

“Este es el celo apostólico: no sigue las propias aspiraciones, sino la disponibilidad a los diseños de Dios. Llegó así a acoger la medicina como un sacerdocio: “el sacerdocio del dolor humano”, subrayó el Papa.

Al cuestionarse sobre dónde le venía a José Gregorio este entusiasmo y ese “celo” divino, el Papa Francisco respondió de la gracia de Dios. “Él era el primero en sentirse la necesidad de gracia, medicamente de Dios. Por tanto, le venía natural cuidar de quien mendigaba en las calles y tenía necesidad extrema de amor por él”.

El beato venezolano “era un hombre de oración: cotidianamente participaba en la misa y recitaba el rosario. En la misa unía a la ofrenda de Jesús todo lo que vivía: llevaba a los enfermos y a los pobres que ayudaba, a sus estudiantes, las investigaciones que emprendía, los problemas que tenía en el corazón. José Gregorio se sentía llamado a ofrecer su vida por la paz. No podía tener para sí esa paz que tenía en el corazón recibiendo la Eucaristía”.

Ante los conflictos y las emergencias sociales y políticas que afligen a los pueblos, subrayó el Pontífice en la parte final de la catequesis, que muchos critican, hablan mal y expresan que todo está mal. “Pero el cristiano no está llamado a esto, sino a ocuparse”, sellando el ejemplo de José Gregorio Hernández.

 

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