Estados Unidos

Polémica en Arizona: Reclusas son obligadas a parir en contra de su voluntad

En la prisión Perryville en Buckeye, Arizona tres reclusas les habrían inducido el parto

Por Allan Brito
Polémica en Arizona: Reclusas son obligadas a parir en contra de su voluntad
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El parto respetado es un derecho al que deberían tener acceso todas las mujeres alrededor del mundo. Sin embargo, esta realidad no aplica para la población femenina de las cárceles del país, específicamente en el estado de Arizona.

Tres mujeres recluidas en la prisión Perryville del mencionado estado dieron a conocer el abuso médico al que fueron sometidas. La directiva del recinto las obligó a inducir sus partos, a pesar de que sus embarazos no estaban a término.

La mencionada prisión está ubicada en la comunidad de Buckeve, perteneciente al condado de Maricopa en el referido estado. El personal encargado de resguardar a las reclusas prefirió no dar información sobre el caso, que fue expuesto por las mismas afectadas a periodistas de The Republic.

En las denuncias, las féminas indicaron que todas se encontraban entre las semanas 37 y 39 de gestación y que además, habían manifestado su deseo (y su derecho) de tener un parto natural. Esto no ocurrió, por órdenes superiores de la prisión.

Las detenidas indicaron que el parto les fue inducido entre las semanas 37 y 39 aproximadamente (Foto: The Republic)

 

Inducción de los partos habría sido una orden

Stephanie Pearson, Desiree Romero y Jocelyn Heffner, fueron las tres reclusas a quienes les indujeron el parto. Todas indicaron que la decisión fue tomada por la Dirección de correccionales de Arizona.

“Afirmaron que inducen a todas porque no quieren que nadie se ponga de parto aquí”, relató Stephanie Pearson tras el horror que vivió.

La detenida indicó que la práctica la ejecutan, debido a que hace algunos años una reclusa dio a luz en su celda y que no querían que eso volviera a ocurrir.

En el caso de Romero los médicos de la prisión le señalaron que tenían que inducirle el parto, aunque ella lo rechazaba.

“Estoy bastante acostumbrada a que la prisión tome todas estas decisiones por nosotras, porque todavía somos propiedad del estado”, comentó la reclusa.

Al ser cuestionadas por el estado de los bebés, las reclusas señalaron que creían que estaban bien. Expusieron además, que tras la inducción les fue permitido un tiempo mínimo junto a los recién nacidos, antes de llevárselos y devolverlas a su confinamiento.

Dirección de correcciones de Arizona no dio explicación sobre casos de las presas

Ante las denuncias que hicieron las reclusas a los medios de comunicación, el organismo penitenciario de Arizona hizo caso omiso a las preguntas que enviaron varios periodistas.

Sin embargo, NaphCare, una contratista que actualmente lleva el control médico de las reclusas en Arizona, indicó que el parto natural es un derecho que tienen, a pesar de su privación de libertad.

En el 2021 Arizona aprobó una ley de Dignidad de las Mujeres Encarceladas, con la finalidad de darle un apoyo a las presas que estuviesen en estado gestación.

Tal parece que este instrumento legal no se está cumpliendo a cabalidad, debido a que las presas que fueron obligadas adelantar sus partos, no contaron con una dieta prenatal, ni cuidados post operatorios.

Las reclusas piden que los organismos nacionales tomen cartas en el asunto y que este tipo de prácticas no ocurran más, dentro de una prisión.

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