Atrapan a empleado de Miami Dade robando dinero de multas, acumuló $5,000

La corrupción es un problema que puede estar presente tanto en organismos públicos como privados. Afortunadamente, varias entidades de Miami cuentan con diferentes mecanismos para descubrir y sancionar severamente a quién incurra en estas prácticas.

Un empleado veterano de la Oficina Judicial del Condado de Miami-Dade, quedó detenido por las autoridades bajo una serie de cargos graves, incluyendo robo mayor, conspiración para cometer fraude organizado y mala conducta oficial. Scott Kessler, de 57 años, habría hurtado cientos de dólares en pagos de multas de tráfico y costos judiciales a lo largo de varios años.

Kessler trabajaba en el Centro de Justicia North Dade, donde su labor consistía en ayudar a los ciudadanos a pagar multas de tráfico y otros cargos relacionados con la corte.

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Sin embargo, a principios de enero, cinco personas recibieron notificaciones de que debían dinero al Secretario de los Tribunales por infracciones de tránsito, a pesar de que afirmaban haber pagado el monto total.

En ese momento, autoridades empezaron a indagar acerca de qué pudo haber ocurrido. Lo primero que descubrieron es que los cinco infractores tenían algo en común: los atendió la misma persona. Posteriormente, descubrieron que, Kessler colocó a los individuos en planes de pago sin su consentimiento, lo que les costó aún más dinero.

Con todas la pruebas sobre la mesa, los organismos de seguridad avanzaron en la investigación encubierta. A través de esta modalidad de corrupción, encontraron que el funcionario logró robar entre $4,000 y $5,000.

Más tarde, los agentes acudieron a “pagar multas” con esta misma persona. En vez de usar billetes reales, lo hicieron con dinero falso. Como lo sospechaban, el sujeto se quedó con estos pagos, tal y como acostumbraba.

La estocada final en este caso, ocurrió gracias a una cámara de seguridad. Encontraron evidencia en un video de vigilancia que capturó al empleado escondiendo dinero en efectivo dentro de una caja fuerte.

Los agentes encubiertos detuvieron a Kessler, quien aparentemente confesó los crímenes, diciendo que había “metido la pata”. En su primera comparecencia ante el tribunal, el juez fijó una fianza de $15,000.

La fiscal estatal de Miami-Dade, Katherine Fernández Rundle, condenó lo ocurrido, afirmando que tales acciones traicionan la confianza del público en su gobierno local y nunca pueden ser aceptadas o toleradas.

Los fiscales de Corrupción Pública, el Departamento de Policía de Miami-Dade y el Secretario Interino de los Tribunales, Luis Montaldo, se han comprometido a eliminar cualquier actividad potencialmente corrupta en el sistema judicial y en cualquier otra parte de la actividad gubernamental.