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Confunden un croissant con una peligrosa ave en Cracovia

El día de las bromas se celebra el primero de abril en algunos lugares de europa, sin embargo este hecho puede relacionarse aunque sucedió unos días después. Y el protagonista es un croissant. que le jugó una mala pasada a más de uno. Una mujer, con “desesperación en su voz”, los llamó para decirles que […]

Por Allan Brito
Confunden un croissant con una peligrosa ave en Cracovia
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El día de las bromas se celebra el primero de abril en algunos lugares de europa, sin embargo este hecho puede relacionarse aunque sucedió unos días después. Y el protagonista es un croissant. que le jugó una mala pasada a más de uno.

Una mujer, con “desesperación en su voz”, los llamó para decirles que la “criatura” había estado “sentada en un árbol al otro lado de la carretera durante dos días”. Relató Euronews.

“¡Todos le tienen miedo!” le dijo a la autoridad, rogándoles que vinieran a investigar.

“La gente no abre sus ventanas porque tiene miedo de que entre en su casa”, agregó.

Pero, resulta que la bestia no era un ave de rapiña como supusieron los oficiales, sino… un croissant.

En un relato alegre de los hechos, el oficial, que se hace llamar “Inspector Adam”, describe cómo la persona que llamó insistió en que el animal no era un pájaro grande, y luego sugirió que podría ser una iguana.

“Años de inspección me han enseñado que hay personas dispuestas a deshacerse de cualquier animal que cause problemas”, escribió, explicando su decisión de visitar el lugar.

“Quizás alguien tiró una iguana”, reflexionó. “Me pregunto cómo se siente esta criatura después de dos noches a temperaturas bajas. ¿Quizás está sentado en ese árbol y no se mueve porque acaba de morir?”

Cuando el oficial y su colega fueron a la finca de Cracovia para averiguar más, después de una breve búsqueda, vieron a la “criatura marrón sentada en una rama lila” con su “pelaje marrón brillando al sol”.

“El pobre no tenía piernas ni cabeza”, se lamentó Adam.

Dijo que la pareja “casi se dejó llevar por un ataque de risa” cuando se dieron cuenta de que el animal era en realidad un croissant.

sin embrago, concluyeron diciendo que “Es mejor comprobar y estar agradablemente decepcionado, a veces (desafortunadamente muy raramente) reír, que no reaccionar, lo que a veces puede conducir a una tragedia”.

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