Descubren relación entre hipertensión arterial y demencia

La hipertensión arterial afecta a más del 30% de la población mundial adulta, es el principal factor de riesgo para padecer enfermedades cardiovasculares, especialmente coronarias y cerebrales.

Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), siete de cada diez adultos mayores de 65 años, sufren de presión arterial alta en el país. Casi la mitad de quienes la padecen no tienen siguen protocolos de tratamientos médicos recomendados.

Esta enfermedad aumenta la presión con la que el corazón bombea sangre a las arterias. Con ello se aumenta el riesgo de un infarto, insuficiencia cardíaca y en el peor de los casos la muerte.

Leer más: Los peligros ocultos del Botox: ¿Podría afectar tu cerebro a largo plazo?

Un estudio reciente arrojó que la hipertensión arterial perjudica el cerebro y contribuye en el desarrollo de la demencia.

¿Cómo afecta la hipertensión arterial al cerebro?

Los científicos encargados de la investigación, recolectaron información de resonancias magnéticas realizadas a más de 30.000 personas del Biobanco del Reino Unido. También análisis genéticos de miles de pacientes.

Aunque la hipertensión arterial afecta al cerebro, la finalidad del estudio era comprobar si también estaba involucrada en las modificaciones cognitivas de las personas.

De acuerdo a los resultados del estudio ejecutado por científicos de la Universidad de Edimburgo, en conjunto de otros especialistas internacionales, nueve cambios del funcionamiento del cerebro estaban asociados con una mayor presión arterial.

Una de las zonas afectadas es el putamen, que está ubicado en la base frontal del cerebro. El cual es el encargado de regular el movimiento e influye en algunos tipos de aprendizaje.

Otra de las áreas afectadas es la que conecta y permite la señalización entre distintas partes del cerebro. Como la radiación talámica anterior, la corona radiata anterior y la extremidad anterior de la capsula interna.

La radiación talámica anterior es la encargada de planificar tareas cotidianas simples y complejas, mientras que las otras dos zonas antes mencionadas intervienen en la toma de decisiones y la administración de las decisiones.

Las afecciones de estas áreas del cerebro, incluían disminuciones en su volumen como organo, asi como de la cantidad de superficie de la corteza.

Resultados concretos del estudio

Según Joanna Wardlaw, una de las investigadoras, indicó que varias zonas del cerebro presentan alto riesgo de sufrir daños por la presión arterial, lo que ayudaría a identificar a las personas propensas de deterioro cognitivo en fases iniciales. De esta manera se aplicarían terapias a los afectados

Las terapias serían un aporte significativo para prevenir el deterioro cognitivo a las personas e mayor riesgo, aseguró Tomasz Guzik, también especialista a cargo del estudio.

Los expertos dijeron que una de las limitaciones de la investigación, es que las personas estudiadas son de mediana edad. Esto podría limitar las posibilidades de extrapolar los resultados a pacientes mayores.