Día Mundial del Linfoma: mirada a un padecimiento que debe detectarse a tiempo

Muchas personas creen que sufrir de linfoma es una sentencia de muerte, pero lo cierto es que con un diagnóstico a tiempo las probabilidades de una mejor calidad de vida suben, incluso se podría estar hablando de una cura como tal, reseña Infobae a propósito del Día Mundial del Linfoma.

El sistema linfático forma parte del sistema inmunitario. Es una red de órganos y tejidos que transportan, almacenan y producen glóbulos blancos, los cuales son los encargados de combatir infecciones en el organismo. Es decir, actúa como un escudo protector de gran importancia.

Existen circunstancias en las que el sistema linfático puede ser víctima de patologías graves y es ahí cuando inician las problemáticas de salud. El linfoma es un cáncer originado en las células que forman al sistema, los llamados linfocitos.

Los linfocitos sufren diversas mutaciones y no se les permite realizar su trabajo con normalidad.  Las células comienzan a multiplicarse y distribuirse dentro del sistema que debe proteger al organismo. En condiciones normales las células se proliferan y mueren ordenadamente pero en el caso del linfoma continúan un proceso desordenado.

Día Mundial del Linfoma: ¿aumentan los casos en el mundo?

Cada año se logran detectar al menos 4.500 casos de linfoma en Argentina, en algunas circunstancias el padecimiento causa la muerte, solo en la nación de Argentina se han registrado 1.500 fallecimientos. De acuerdo con informaciones, las causas de la enfermedad son desconocidas por el momento, aunque puede prevenirse con un diagnóstico adecuado.

A propósito del Día Mundial del Linfoma, cada 15 se septiembre, se llevan a cabo campañas para informar a la población sobre esta patología y enseñar cómo combatirla exitosamente. El paciente debe estar atento a las señales de alerta para recurrir al médico de inmediato.

Por su parte, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) explican que existe una división de los tumores, dos subtipos, linfoma de Hodgkin y linfoma no Hodgkin.

El Hodgkin se propaga se forma ordenada de un grupo linfático a otro. El linfoma no Hodgkin es lo contrario, se extiende por el sistema linfático desordenadamente.

La hematóloga Laura Korin, integrante del departamento de Hematología del Instituto Alexander Fleming, explicó parte de los síntomas del linfoma.

“El síntoma más frecuente es la aparición de ganglios palpables en el cuello, axila e ingle. Estos ganglios suelen ser duros y generalmente no dolorosos. Existen síntomas generales asociados al linfoma que se conocen como síntomas B. Estos comprenden: pérdida de peso de más del 10 por ciento sin causa aparente que lo justifique, fiebre a predominio vespertino y sudoración nocturna profusa. También la astenia marcada y, en el linfoma de Hodgkin, la aparición de prurito”, señaló Korin.

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