Disney demandó al Ron DeSantis por perjudicar sus operaciones comerciales

La disputa entre el gobernador de Florida, Ron DeSantis y The Walt Disney Company llegó a su punto más álgido. Desde febrero inició la tensión entre ambas partes, cuando el político retomó el control administrativo del antiguo Distrito Reedy Creek Improvement, que era dirigido por una junta de la empresa de entretenimiento.

Ahora, la compañía de parques temáticos introdujo una demanda contra DeSantis y otros funcionarios del estado, alegando que han perjudicado las operaciones comerciales de Disney.

De acuerdo con el instrumento legal, la empresa asegura que han sido víctimas de una campaña de represalias orquestada por el gobernador. Desde que este firmó la legislación, no ha dejado de avanzar en cuanto a la toma de control sobre Disney, pese a las trabas legales que ya ha intentado la compañía para dejar sus acciones sin efecto.

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“Una campaña dirigida por DeSantis como castigo por el discurso protegido de Disney, ahora amenaza las operaciones comerciales y pone en peligro su futuro económico en la región y viola sus derechos constitucionales”, apuntan en la demanda.

Luego que el gobernador nombrara una nueva junta para la ahora llamada, Central Florida Tourism Oversight District, sus cinco miembros comenzaron a tomar decisiones. En una votación realizada el miércoles, fueron anulados los contratos de desarrollo que había hecho Disney.

Ante esto, la empresa de entretenimiento catalogó la acción como un “último golpe”, por lo que decidieron proceder con la demanda.

 

 

Antecedentes que llevaron a la demanda

A finales del mes de febrero, Ron DeSantis firmó una legislación que le permitió tomar el control sobre el Distrito de Disney, un área de 25 mil acres que había estado bajo el dominio de la empresa por décadas.

El nombramiento de una nueva junta por parte del gobernador de Florida para gobernar el distrito, fue tomado también como una represalia. Esta medida llegó justo después que Disney criticara de forma abierta, la ley de derechos de los padres en la educación. Por las restricciones de este proyecto en cuanto a la discusión sobre orientación sexual e identidad de género en las escuelas, fue apodada “Don’t say gay”.

Tras la denuncia a dicha legislación por parte de Disney, DeSantis comenzó a criticar a la empresa y a ver más de cerca lo que él llamó “privilegios especiales extraordinarios”.

Fue entonces que se firmó la legislación y el distrito pasó a ser gobernado por cinco miembros de una junta nombrada por DeSantis. Sin embargo, Disney informó que habían firmado una serie de contratos con la junta saliente. Esto les otorgaba autoridad en cuanto al desarrollo sobre los parques.

Luego de que se conociera este acuerdo, tanto el gobernador de Florida como la junta actual tomaron medidas para declarar esos acuerdos como nulos. Adicionalmente, DeSantis no ha escatimado en comentarios sobre los planes que tiene para construir en los terrenos aledaños a los parques. Incluso asomó la posibilidad de desarrollar una cárcel.