Enfermero llevó drogas a reclusos de Miami a cambio de lujosos favores

El sistema penitenciario estadounidense es uno de los mejores del mundo. Cuenta con instalaciones ultra seguras, de la más alta tecnología y con trabajadores extremadamente fiables. Sin embargo, aunque sean casos aislados, de vez en cuando se conoce de algún guardia o trabajador de la prisión que rompe las reglas y entabla cierto tipo de relación o trueque con los reos. Tal como lo que sucedió con un enfermero de Miami.

Un enfermero registrado del Departamento de Prisiones del Condado Miami-Dade contrabandeó más de 100 papelillos empapados en drogas en un centro de detención federal de Miami. El hombre realizó este increíble intercambio con varios reos del lugar. A cambio, recibió miles de dólares y le dejaron usar gratis un Lamborghini y un Rolls-Royce.

El especialista de la salud, Rubén Montanez-Mirabal, de 33 años, se declaró culpable el miércoles en una corte federal de Miami. Los cargos son de confabulación para pedir sobornos y entregar contrabandos a los presos en la penitenciaría entre noviembre de 2021 y agosto de 2022. Este último delito conlleva a una pena de hasta cinco años. Su condena total podría llegar a ser de hasta más de 10 años de cárcel.

Según el acuerdo de culpabilidad al que llegó con la fiscalía, Montanez salió en libertad bajo una fianza de $250,000 tras su arresto en octubre. Ahora, deberá acudir a una audiencia para recibir su sentencia el 16 de mayo ante el juez de Distrito José Martínez.

Un caso del FBI

El Buró Federal de Investigaciones (FBI) inició una investigación el año pasado, luego que un reo del centro le habló a unos agentes sobre la operación de contrabando que encabezaba el ahora ex enfermero, según documentos judiciales del caso. La investigación muestra que Montanez entregaba los papelitos empapados en marihuana sintética a determinados prisioneros para que estos los vendieran por $1,500 cada uno en el Centro de Detención Federal en Miami.

Los oficiales confirmaron que el enfermero entregaba papelillos empapados en drogas a los presos a cambio de miles de dólares. Y no solo eso, sino también que le dejaban usar gratis autos deportivos de lujo.

La investigación reveló que Montanez-Mirabal entregaba las sustancias directamente a los presos o las escondía en sitios donde después ellos podían encontrarlas. En su acuerdo de culpabilidad, el acusado admitió que realizó numerosas entregas. Entre ellas una donde escondió 37 papelitos empapados en drogas debajo de un armario de equipos de limpieza cerca de un reo que le pagó por el contrabando. Por suerte, el FBI pudo recuperarlos.

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Al analizarlos, el Buró detectó las huellas del enfermero en todos los pequeños paquetes de contrabando. Así lo informó el fiscal Edward Stamm de la Fiscalía Federal de Estados Unidos.

Montanez-Mirabal admitió que entregó entre 100 y 140 papelillos por los que se le pagó hasta $1,500 por cada uno. Los reos utilizaban el servicio bancario electrónico Zelle a través de asociados no identificados para realizar los pagos. Según documentos de la corte, el ex enfermero dijo que sabía que los presos revendían la droga por $1,500 en la instalación penitenciaría donde viven en su mayoría acusados que esperan juicio y otros que ya han sido sentenciados a penas de cárcel.