Kamala Harris también pone fin a su campaña presidencial

“He hecho el balance y lo he visto desde todos los ángulos, y en los últimos días he llegado a una de las decisiones más difíciles de mi vida”, dijo el demócrata de California. “Mi campaña presidencial simplemente no tiene los recursos financieros que necesitamos para continuar.”

Por Redacción Miami Diario

Un asesor  de la campaña dijo que Harris tomó la decisión el lunes después de discutirlo con su familia y otros altos funcionarios durante el feriado del Día de Acción de Gracias.

Su abrupta retirada marcó una dramática caída para una candidata que demostró ser extraordinariamente prometedora. Harris lanzó su campaña frente a 20.000 personas en un frío día de enero en Oakland, California. La primera mujer y primera fiscal general negra y senadora de los Estados Unidos en la historia de California, fue vista ampliamente como una candidata lista para excitar a la coalición multirracial de votantes que envió a Barack Obama a la Casa Blanca.

Su partida erosiona la diversidad del campo demócrata, que actualmente está dominado por un nivel superior que es blanco y mayoritariamente masculino.

“Es una pérdida no tener su voz en la carrera“, dijo Aimee Allison, quien dirige She the People, un grupo que promueve a las mujeres de color.

En última instancia, Harris no pudo crear un mensaje que resonara entre los votantes o asegurar el dinero para continuar su carrera.

Recaudó la impresionante suma de 12 millones de dólares en los primeros tres meses de su campaña y rápidamente consiguió importantes apoyos para demostrar su dominio en su estado natal, que ofrece la mayor cantidad de delegados en la contienda de las primarias demócratas.

Pero a medida que el campo crecía, la recaudación de fondos de Harris se mantuvo plana; no pudo atraer el tipo de atención que recibía Pete Buttigieg por parte de los donantes tradicionales o de la potencia de fuego de la base que llevó decenas de millones de dólares a Elizabeth Warren y Bernie Sanders.

En su nota a los partidarios, Harris lamentó el papel del dinero en la política y, sin nombrarlos, disparó a los multimillonarios Tom Steyer y Michael Bloomberg, que están financiando sus candidaturas presidenciales.

“No soy multimillonario”, dijo. No puedo financiar mi propia campaña. Y a medida que la campaña ha ido avanzando, se ha vuelto más y más difícil recaudar el dinero que necesitamos para competir”.

Harris sufrió de lo que los aliados y críticos consideraban un discurso inconsistente para los votantes. Su lema “para el pueblo” se refería a su carrera como fiscal, un récord que fue visto con escepticismo por los votantes más progresistas del partido.

Durante el verano, se centró en temas de bolsillo y su “agenda de las 3 a.m.”, un mensaje que nunca pareció resonar entre los votantes. Para el otoño, había regresado a sus raíces en el tribunal con el estribillo de que “la justicia está en la boleta de votación”, tanto un grito por la justicia económica y social como su llamado a que ella pudiera “procesar el caso” contra un presidente “criminal”.

A veces, ella se tropezaba con posiciones políticas confusas; particularmente en el cuidado de la salud. Después de sugerir que ella eliminaría el seguro privado en favor de un sistema completamente administrado por el gobierno, Harris finalmente puso en marcha un plan de salud que preserva un papel para el seguro privado.

Michael Kraut, un abogado defensor de Los Ángeles y miembro del equipo de finanzas de Harris, dijo que Harris sufrió desde el principio de demasiada gente diciéndole qué hacer.

“Cuando ella es realmente quien es, se eleva”, dijo antes de que Harris se retirara de la carrera. “Cuando escucha a todo el mundo hablar en su oído, no se eleva tanto”.

Los tropiezos, a menudo provocados por la campaña, continuaron acosando a Harris hasta el invierno, impidiéndole aprovechar los momentos sólidos. Harris comenzó noviembre con un discurso bien recibido en una cena masiva en Iowa, justo un día después de que su campaña anunciara que despediría al personal en su sede de Baltimore y trasladaría a algunas personas de otros estados a Iowa.

Su mensaje se veía regularmente eclipsado por los ayudantes de campaña y los aliados que compartían sus quejas con la prensa. Varios de los principales ayudantes se fueron para otras campañas, uno de los cuales dejó una carta de dimisión.

“Debido a que nos hemos negado a confrontar nuestros errores, a fomentar un ambiente de pensamiento crítico y retroalimentación honesta, o a confiar en la experiencia de un personal talentoso, nos encontramos cometiendo los mismos errores no forzados una y otra vez”, escribió Kelly Mehlenbacher en su carta, obtenida por The New York Times. Mehlenbacher ahora trabaja para la campaña del empresario Bloomberg.

Harris y sus ayudantes creen que se enfrentó a una batalla cuesta arriba – y a expectativas injustas de perfección – desde el principio como una mujer de color. Su discurso incluyó una línea sobre lo que Harris llamó el “burro en la habitación”, una referencia a la idea de que los estadounidenses no elegirían a una mujer de color.

Harris a menudo sugirió que se trataba de críticas a las que se enfrentaba en sus otras campañas, todas ellas ganadas.

Su salida de la carrera presidencial marca su primera derrota como candidata política.

Fuente: NBC Miami

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