Curiosidades

Las ciudades de EE.UU con nombres inspirados en la Navidad

Algunas ciudades fueron nombradas por la tradición decembrina y otras, solo por casualidad

Por Luisana Valdivieso
Las ciudades de EE.UU con nombres inspirados en la Navidad
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El ánimo de las festividades navideñas se comienza a alimentar desde los últimos días del mes de noviembre y para algunas personas se extiende hasta los primeros días de enero. Sin embargo, hay algunas ciudades dentro de Estados Unidos que mantienen el estigma de las fiestas decembrinas durante todo el año. De hecho, sus nombres están atados, por inspiración o por casualidad, a la Navidad.

Desde el North Pole (Polo Norte), en Alaska, hasta Christmas Cove (Cala de Navidad), en Maine, y Garland (Guirnalda), en Texas, todas estas ciudades reciben una atención especial cada diciembre y encarnan de alguna manera el espíritu de las fiestas.

¿De dónde surgió esto?

Una Nochebuena de la década de 1850, las familias de Santa Fe, en Indiana, se reunieron para dialogar sobre un nuevo nombre para su pueblo. Querían darlo a conocer con una oficina de correos, pero se dieron cuenta de que no podrían hacerlo a menos que cambiaran el nombre. Según Melissa Arnold, de la Oficina del Condado de Spencer para Visitantes, los funcionarios de correos dijeron que otro pueblo cercano ya tenía derecho a llamarse Santa Fe.

De repente, una ráfaga de viento abrió la puerta y se oyeron campanas de trineo. “¡Santa Claus!”, gritaron los niños. Y el nombre quedó grabado, según la leyenda local.

Desde entonces, la ciudad de Santa Claus que queda en Indiana, se ha inspirado en el espíritu de la Navidad como si fuera una acogedora manta. Sus negocios locales incluyen un camping en el lago Rudolph, el restaurante “Frosty’s Fun Center” (Centro de diversiones del muñeco de nieve Frosty), la cervecería Santa Claus Brewing Company y un parque temático llamado Holiday World.

“Es el pueblo más festivo del mundo. Es Navidad todo el año, pero se vuelca del todo en diciembre”, dice Arnold, uno de los habitantes del pueblo.

La oficina de correos original del pueblo forma parte ahora del Museo de Santa Claus y ofrece espacio para que los niños escriban cartas a Papá Noel. Cada año, un estudiante de la localidad diseña un matasellos de Papá Noel para que el Servicio Postal oficial de Estados Unidos lo utilice allí. Ese matasellos atrae a visitantes que quieren enviar por correo sus regalos y tarjetas desde el pueblo.

La ciudades de la Navidad

Noel, en Misuri, específicamente en la región de las Ozarks, se autodenomina “Ciudad de la Navidad” y anima a la gente a enviar sus tarjetas navideñas desde allí para obtener un matasellos especial de Noel. En Christmas, en Florida, donde hay un gran árbol totalmente decorado durante todo el año, los duendes voluntarios ayudan a responder a las cartas que los niños envían a Papá Noel.

Charlene Donchez Mowers admite que la historia del origen de su ciudad de Bethlehem (Belén) en Pensilvania, parece el guión de una película. La ciudad en Pensilvania recibió su nombre en Nochebuena, hace más de dos siglos, mientras los miembros de la iglesia estaban en un pesebre entonando cánticos, dice Donchez Mowers, que trabaja con la Comisión del Patrimonio Mundial de Bethlehem y con el grupo de preservación de lugares y museos históricos “Historic Bethlehem Museums & Sites”.

Cerca de Filadelfia y a unos 145 kilómetros de Nueva York, Bethlehem empezó como asentamiento de misioneros moravos. Muchos de los edificios de la ciudad del siglo XVIII siguen en pie, y el centro, todo decorado para Navidad, es lo bastante pintoresco como para que el canal de televisión Hallmark lo eligiera para mostrarlo en sus cámaras en vivo.

Una gigantesca estrella en la montaña South Mountain, que domina la ciudad, está encendida todo el año y puede verse a kilómetros de distancia. Velas individuales iluminan las ventanas de muchos lugares históricos de la ciudad, así como negocios y residencias familiares. Durante las fiestas se organizan paseos en carruaje de caballos y el club de jardinería local decora árboles de Navidad históricos.

Algunas ciudades no llevan su nombre por la Navidad

No todas las ciudades que suenan a Navidad deben su nombre a la festividad. Rudolph, en Wisconsin, por ejemplo, debe su nombre a un bebé que nació allí hace mucho tiempo. Sin embargo hoy en día sus habitantes intentan relacionar el lugar con el reno de la nariz roja de Papá Noel con una carrera de 5 kilómetros llamada “Run, Run Rudolph” (Corre, corre Rudolph) que se celebra en diciembre.

El pequeño pueblo costero de Christmas Cove, en Maine, se llama así porque el capitán John Smith, que desempeñó un papel importante en el establecimiento de la primera colonia inglesa en Virginia, visitó la cala el 25 de diciembre de 1614.

Para llegar al verdadero Polo Norte en el océano Ártico se necesitaría un barco, incluso un rompehielos. Pero el Polo Norte que existe en Alaska no está lejos de Fairbanks.

En la década de 1950, los terratenientes solicitaron cambiar el nombre de Davis con la esperanza de que los fabricantes de juguetes y otros quisieran instalarse allí para estampar en sus productos el sello “hecho en el Polo Norte”.

Aunque ese plan no funcionó, la ciudad mantiene el tema con calles como “Snowman Lane” (camino del muñeco de nieve). También celebra un popular festival de invierno con fuegos artificiales, un concurso de esculturas de hielo y renos vivos en un negocio llamado “La casa de Santa Claus”, perfecto para esos momentos de Instagram.

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