Curiosidades

Los 10 cocteles más famosos de todos los tiempos

Hay para todos los gustos y muchos fueron ideados para determinadas horas del día, pero estos están llenos de historia

Por Luisana Valdivieso
Los 10 cocteles más famosos de todos los tiempos
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El mundo de la coctelería tiene la capacidad de generar fascinación, porque más que mezclar licores logra una combinación perfecta entre la imaginación y la fantasía. Los cocteles están compuestos por historias y leyendas que se suman a los sabores propios de cada bebida, volviéndolas así mucho más interesantes y apetecibles.

Dentro de los menús de los bares, generalmente hay tantos cocteles como gustos tienen las personas. Hay quienes prefieren sabores dulzones, otros se animan más con los toques picantes y también están quienes prefieren los tragos secos, sin mayor preocupación. Precisamente por las personalidades tan diferentes, e incluso los estados de ánimo tan cambiantes, es que se han inventado tantos cocteles.

La elección de un trago en particular, dependerá de la sensación que se esté buscando y aunque hay muchas opciones, algunas son más famosas que otras. De hecho, hay 10 cocteles en particular, que se catalogan como los mejores de todos los tiempos. ¿Por qué? Porque han logrado perdurar en el tiempo, superar modas y tendencias. A continuación una lista con cada uno de ellos.

1. Dry Martini

Este coctel es sin duda el favorito del agente secreto James Bond, personaje de ficción que supuso modificar la receta al 100%. “Un Martini agitado, no revuelto”, pedía siempre el agente británico al servicio de su Majestad.

Hasta el momento, un Dry Martini se componía de ginebra y vermut dry, mezclados en un vaso, jamás en una coctelera. Su predilección por el vodka en lugar de la ginebra marcó un hito en todo el mundo.

Dey Martini – Foto: Barexpres

2. Manhattan

Con este nombre, este coctel no podía ser menos que una bebida de altura, cual rascacielos del barrio más codiciado de Nueva York. Hecho de whisky, vermut y angostura, y decorado con una cereza roja, su supuesto origen se remonta a la década de 1870, en el Manhattan Club de la ciudad que nunca duerme.

Fue Iain Marshall, quien creó la mezcla con ocasión de un banquete ofrecido por Jennie Jerome, a posteriori Lady Randolph Churchill, madre del famoso primer ministro británico, para celebrar la victoria de Samuel J. Tilden como gobernador de Nueva York en 1874.

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Tras el éxito del evento, la bebida se convirtió en un must de la época y es un indispensable de toda barra que se precie a día de hoy. En la del Drake Hotel de Chicago, si lo pides con bourbon en lugar de whisky, se negarán a servirlo, aduciendo que Jennie jamás lo haría.

Manhattan. Foto: Barexpres

3. Bloody Mary

Como en la mayoría de casos, hay más de una teoría sobre el origen de este original trago, aunque todo apunta a que fue el barman Fernand Pete Petiot, quien elaboró una primera versión del clásico cóctel a principios de 1920 en París. Este era a base únicamente de vodka y jugo de tomate. Después de la Ley Seca, Petiot hizo cruzar el charco a la bebida hasta Manhattan, ya que por aquel entonces era el encargado del refinado King Cole Bar del St. Regis Hotel, donde el barman modificó ligeramente la receta.

Ava Gardner, Salvador Dalí y Joe DiMaggio fueron quienes, más allá del zumo de limón, los toques de tabasco y de salsa Worcestershire, así como una pizca de sal, pimienta y apio, también lo popularizaron con tomatillos, veneno de serpiente de cascabel e incluso trozos de bacon.

Bloody Mary. Foto: Southern Living

4. Mai Tai

Este exótico brebaje, elaborado a base de ron, licor Curaçao y zumo de lima, de estilo polinesio, no tiene un origen claro. Algunos dicen que lo inventaron en Oakland, California, en 1944, en un restaurante llamado Trader Vic’s, pero su rival, Donn Beach, aseguró que él ya había elaborado esa bebida once años atrás, en su local de Hollywood, aunque ambas recetas son bastante distintas entre sí.

Se dice que Victor J. Bergeron, de Trader Vic’s, creó la bebida para unos amigos tahitianos que estaban de visita. Al probar el primer sorbo, uno de ellos exclamó “¡Maita’i roa ae!” (“¡muy bueno!” en tahitiano), lo que dio nombre a esta dulce y veraniega bebida.

Mai Tai. Foto: Cocteles.club

6. Gimlet

La palabra Gimlet, barrena en inglés, parece haber dado nombre a este coctel en honor a Sir Thomas D. Gimlette, de la Marina Británica. Fue él quien supuestamente introdujo la bebida para tratar el escorbuto que afectaba a sus marineros gracias a la lima que contenía la mezcla.

Y en palabras de Terry Lennox, personaje crucial en la obra de Raymond Chandler, El largo adiós, “el auténtico Gimlet es mitad ginebra, mitad zumo de lima Rose’s y nada más. Le da mil patadas al Martini”. Tras esta máxima, la bebida arrasó en Estados Unidos.

Gimlet. Foto: Food Network

6. Tom Collins

Quizás existió un Tom Collins, un hombre al que le gustaba echar algún ingrediente más en su limonada. Pero su existencia pasó desapercibida. Sin embargo, una leyenda urbana cuenta que alrededor del año 1874, en varias ciudades de Estados Unidos, circulaba una broma que consistía en preguntar al interlocutor si había visto a Tom Collins.

Al indicar éste que no conocía al mencionado Tom, se le contaba que Collins estaba ahí al lado (en otro bar, en la esquina…) hablando sobre él, y animaban a éste a ir en su búsqueda para ajustar cuentas. Esta travesura se hizo famosa y marcó el carácter de este coctel, hecho a base de ginebra, jugo de limón, azúcar y soda, servido en vaso alto sobre hielo.

Tom Collins. Foto: The Mixer

7. Mojito

Original de Cuba, el mojito se basa en la menta. De hecho es un Tom Collins con ron, menta y lima. Dónde tomarse uno: en la Bodeguita del Medio, en La Habana, donde nació este cóctel y donde Hemingway y Pablo Neruda se entregaron a él con total despreocupación.

“La mezcla más cosmopolita: añadir una cucharada de azúcar, el zumo de una lima, dos cuartos de la lima en sí y un puñado de hojas de menta en un vaso bajo. Mézclalo. Añade 45 cl. de ron blanco y hielo y llena el resto con gaseosa”, expone Arturo Valdivia, al frente del Martini Bar ubicado en el Hotel Raleigh de Miami Beach.

Mojito. Foto: El Gourmet

8. Margarita en cocteles

Se dice que, una tarde de octubre del año 1941, el bartender de la Hussong’s Cantina en Ensenada, México, Don Carlos Orozco, estaba probando nuevas combinaciones y experimentando, aprovechando que no había demasiada clientela en el local. Al llegar inesperadamente Margarita Henkel, hija del embajador alemán en el país, Don Carlos le ofreció un trago de la mezcla que se traía entre manos y, tras su completa fascinación por la combinación, decidió bautizar la bebida en su honor.

Otra explicación, más sencilla, es que el Margarita no es más que una versión de la popular bebida americana llamada Daisy, pero cambiando el brandy por tequila, creándose así el Daisy mexicano.

Margarita. Foto: El Gourmet

9. Negroni

“En 1919 en el Caffè Casoni de Florencia, lugar de encuentro de la aristocracia, el Conde Camillo Negroni pidió al barman, Fosco Scarselli, que diera a su cóctel favorito, el Americano, un poco más de fuerza sustituyendo la clásica soda por ginebra”, nos cuenta Mario Zago, bartender del popular bar de copas Dolce Vita en Firenze.

Al cambiar la decoración de limón característica del Americano por una de naranja, el Negroni cobró su identidad propia y se convirtió, rápidamente, en un éxito rotundo. Tras esto, la familia Negroni fundó la Destilería Negroni en Treviso, Italia.

Foto: El Cronista

10. Daiquiri

Este coctel, hecho de ron blanco y jugo de lima, es un símbolo cubano que lleva el nombre de una playa y de una mina de hierro cerca de Santiago de Cuba y cuyo mejor exponente es el mezclado en uno de los bares más famosos del mundo, el Floridita, en La Habana.

Se cuenta que el coctel lo inventó un ingeniero norteamericano que trabajaba en esa mina, llamado Jennings Cox, al terminársele la ginebra y no tener otra idea que servir a sus invitados el ron local mezclado con jugo de limón y azúcar.

Junto al Mojito, el Daiquiri fue una de las bebidas favoritas de Hemingway, como demuestra su cita célebre: “Mi Mojito en La Bodeguita, mi Daiquiri en El Floridita”. Otro fanático de este trago: John F. Kennedy, quien, en un particular homenaje al escritor, lo pedía a menudo con un chorrito de licor de marrasquino o jugo de pomelo, para lograr lo que él llamaba Daiquiri Hemingway.

Daiquirí. Foto: Gastrolab

Con información de: La Vanguardia

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