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Mitos y verdades sobre las tormentas eléctricas que debes conocer

El CDC aclaró varias dudas con motivo de la alta actividad eléctrica que se espera en las próximas semanas.

Por Angel David Quintero
Mitos y verdades sobre las tormentas eléctricas que debes conocer
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Los rayos son uno de los fenómenos naturales más poderosos e impredecibles. Puede golpear en cualquier lugar, en cualquier momento y causar daños y lesiones graves. Según el Servicio Meteorológico Nacional, los rayos matan a un promedio de 49 personas y lesionan a cientos más cada año en los Estados Unidos.

Pero, ¿cómo puede protegerse a sí mismo y a sus seres queridos de esta amenaza mortal? ¿Cuáles son algunos de los mitos y hechos comunes sobre la seguridad contra rayos? ¿Y qué debe hacer si está atrapado en una tormenta eléctrica?

Durante años, nuestros padres o abuelos nos han impuesto normas durante las tormentas eléctricas. Aunque algunas parecen absurdas o exageradas, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) aclaró algunos de estos puntos.

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Todo el mundo ha escuchado alguna vez que es peligroso ducharse durante una tormenta eléctrica, pero ¿Es esto una exageración? La respuesta que da el Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), es que no.

¡No! No debes ducharte cuando hay alarmas de tormenta eléctrica

 

“Los rayos pueden viajar a través de las tuberías”, además la recomendación no queda ahí. No deberíamos tener contacto con ninguna tubería e incluso lavarnos las manos pudiera ocasionarnos la muerte.

Aunque las plomerías de plástico reducen los riesgos, no son efectivas al 100%. Por lo que, lo más inteligente es alegarse de estos sistemas hasta que pase el mal tiempo.

Otro mito/realidad que aborda el CDC es el uso de teléfonos celulares. En este sentido, detalla que son seguros, siempre y cuando no estén conectados a una corriente externa. En ningún caso debe usarse un teléfono que esté cargando o que sea fijo.

¿Qué hacer si la tormenta te sorprende estando al aire libre?

Ningún lugar en el exterior es seguro, pero hay cosas que nunca debes hacer como acostarte en el suelo. Lo primero que debe hacer es intentar buscar un refugio rápidamente, en caso de que no tenga otra opción su último recurso es seguir las siguientes instrucciones: “Agáchese en una posición similar a una bola: junte los pies, póngase en cuclillas, meta la cabeza y cúbrase los oídos. Pero recuerde, este es el último recurso”.

Otra recomendación consiste en no ir a sitios elevados cuando haya riesgo de tormenta eléctrica. De nada servirá esconderse debajo de acantilados o salientes rocosos. ¿Y los árboles ofrecen protección? Según la agencia esconderse debajo de un árbol es la segunda causa de muerte por rayos.

 

Esconderse debajo de un árbol o acostarse en el suelo, nunca son opciones a considerar

¡Cuidado si eres hombre!

Por extraño que parezca, los hombres son cuatro veces más propensos a recibir impactos de rayos que las mujeres. Aunque esto pudiera estar más relacionado con el tipo de trabajo que mayormente realiza cada genero. El mayor número de víctimas son aquellos que trabajan en el exterior como en el área de la construcción o agricultura. Aunado a esto, los deportistas también corren un alto riesgo.

Afortunadamente, las probabilidades de que te caiga un rayo son diminutas. Los expertos consideran que cada año le cae un rayo a una persona por cada millón de habitantes. Además, solo el 10% de las víctimas mueren.

Advierten de inundaciones repentinas, tornados y tormentas eléctricas en  Florida | ADN Cuba

Solo el 10 % de las víctimas de tormentas eléctricas fallecen

No obstante, en Florida hay que tener un poco más de cuidado ya que poco más del 20% de todas las muertes del último año ocurrieron en este estado.

Para finalizar, es fundamental tener claro que la mayoría de las personas pueden sobrevivir a la caída de un rayo. Cuando este ocurre es seguro tocar a la persona, ya que no hay ningún riesgo de electrocución.

Además, los primeros minutos son claves, ya que la persona herida probablemente tenga un paro cardíaco. Recibir los primeros auxilios a tiempo suele marcar la diferente entre los que sobreviven o no.

 

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