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¿Nicolás Maduro podría ir preso si va a Colombia?

A ocho días de dejar oficialmente su cargo como presidente de Colombia, Iván Duque abrió la puerta a la posibilidad de que Nicolás Maduro pueda ser capturado en Colombia y extraditado a EEUU. Duque recordó que la justicia estadounidense le atribuyó a Maduro, en 2020, cargos relacionados con el narcotráfico. Por ello, Duque asomó la posible […]

Por Allan Brito
¿Nicolás Maduro podría ir preso si va a Colombia?
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A ocho días de dejar oficialmente su cargo como presidente de Colombia, Iván Duque abrió la puerta a la posibilidad de que Nicolás Maduro pueda ser capturado en Colombia y extraditado a EEUU.

Duque recordó que la justicia estadounidense le atribuyó a Maduro, en 2020, cargos relacionados con el narcotráfico. Por ello, Duque asomó la posible captura de Maduro si llega a pisar suelo colombiano.

Maduro está acusado ante la Corte Penal Internacional

Además, recordó que “Maduro está acusado ante la Corte Penal Internacional. Yo mismo lo acusé ante la Corte Penal Internacional por crímenes de lesa humanidad, pero, además, tiene orden de extradición por narcotráfico por parte de Estados Unidos, reportó Semana.

Agregó que los cargos que tiene, no solo Maduro, sino su cúpula más cercana, se califican como graves. “Él, Tareck El Aissami, Delcy, Diosdado, todos tienen procesos con la justicia de Estados Unidos. Acuérdese de que todos los que ejercemos funciones tenemos fecha de expiración, pero la justicia no”, dijo Duque.

Solicitud del senador Marco Rubio

A través de una carta, el senador por Florida, Marco Rubio, pidió a autoridades estadounidenses activar la alerta roja de Interpol contra Nicolás Maduro, a raíz de la gira «euroasiática» que realizó Maduro recientemente.

El funcionario recordó en su texto el historial del dictador venezolano y cita que este «es un criminal acusado de asociarse con organizaciones terroristas para utilizar drogas ilegales como armas contra Estados Unidos».

Luego de los cargos judiciales que le atribuyó Estados Unidos en 2020 relacionados con narcotráfico, Maduro se trasladó el año siguiente hasta México para participar en la VI Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).

Las acusaciones de EEUU siguen vigentes

«En el interés de la seguridad nacional de Estados Unidos y la estabilidad regional, Maduro debe ser juzgado juicio por sus crímenes contra el pueblo venezolano», cita el texto del senador republicano dirigido al fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland y al secretario del Departamento de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorka.

La acusación que retumbó en la prensa internacional en 2020 presentó a Maduro y sus cómplices con carteles que incluían montos que ayudaran en su captura. Para el dictador, la cifra fue de 15 millones de dólares. Para Cabello, se ofrecían 10 millones, informó PanamPost.

No eran cargos infudados. Se basaron en investigaciones llevadas adelante por la Justicia estadounidense bajo la presidencia de Donald Trump. En conjunto, a Maduro y a sus funcionarios se les asociaba con corrupción, narcotráfico y narcoterrorismo.

Puede que aquellos carteles ya no generen el mismo impacto, pero Rubio recuerda que las acusaciones todavía existen y tienen bases en «el apoyo a organizaciones terroristas internacionales internacionales como el Ejército de Liberación Nacional».

“El que calla otorga”

A propósito del ataque que sufrió en las Naciones Unidas cuando denunció a los exmiembros de las Farc, recordó como Nicolás Maduro guardó silencio ante los ataques y sus declaraciones, reportó Semana.

“El que calla otorga”, afirmó Duque sobre la actitud de Maduro en ese encuentro, lo que trajo a colación la posibilidad de que el mandatario venezolano viniera a Colombia para la posesión de Gustavo Petro.

Desde hace varios días, el presidente electo aseguró que abrirá la puerta para que inicien las negociaciones para abrir restablecer las relaciones diplomáticas con Venezuela, lo que presume una cercanía entre Petro y Maduro.

Entonces, cuando se le preguntó a Duque sobre si era o no posible que Maduro viniera, fue enfático en afirmar que mientras él siga siendo presidente “Nicolás Maduro no entrará al espacio aéreo colombiano” y recordó que no se le reconoce como jefe de Estado de Venezuela.

“Después de las 3:00 p. m., cuando esté juramentado el nuevo presidente, él podrá tomar sus decisiones. Pero, además, no sé si Maduro esté dispuesto a asumir el riesgo de darse una pasadita por acá, cuando sabe que tiene una orden de extradición de Estados Unidos”, añadió Duque.

Finalmente, a propósito de la posesión, SEMANA le indagó si evitaría que Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, entrara a Colombia, ya que lo hará con Maduro.

“Sería muy triste que un país democrático como Colombia permita que un atarván de esas características, que ha aniquilado a la prensa libre y a la oposición, venga. Y, de hecho, no tenemos ninguna relación diplomática con Nicaragua”, dijo Duque.

Vale la pena recordar que Maduro le agradeció este viernes al presidente electo Gustavo Petro por la reunión que sostuvieron el designado ministro de Relaciones Exteriores designado, Álvaro Leyva, y el canciller venezolano Carlos Faría, en la que hablaron sobre la reanudación de las relaciones bilaterales.

El largo expediente de Maduro

Entre el 31 de octubre y el 3 de noviembre, Karim Khan, el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), visitó Venezuela en la primera toma de contacto con las autoridades venezolanas para dirimir el curso de las investigaciones que desde 2018 se llevan a cabo contra el régimen de Nicolás Maduro por presuntas violaciones de derechos humanos y crímenes de lesa humanidad, señaló EsGlobal.

Estas denuncias se enfocan en la represión oficial a las protestas llevadas a cabo entre abril y junio de 2017 y en la que murieron unas 124 personas a manos de Fuerzas de Seguridad del Estado y fueron detenidas más de 5.000.

El fiscal británico Khan fue elegido como máximo representante del CPI el pasado 12 de febrero, con el voto a favor de un total de 72 países de los 123 miembros del Tribunal Penal Internacional de La Haya, todos ellos firmantes del Estatuto de Roma, entre los que se encuentra Venezuela (firmó este estatuto en 1998 y lo ratificó en 2000). Khan sustituyó en el cargo a la fiscal Fatou Bensouda, asumiendo esa responsabilidad el pasado 16 de junio.

Este 17 de diciembre, desde su sede en La Haya (Países Bajos), la CPI ratificó su decisión de avanzar en las investigaciones que se llevan a cabo contra Maduro y altos cargos de su régimen por violaciones de derechos humanos.

¿Por qué es tan importante el fiscal Karim Khan?

En lo que respecta al caso venezolano, la elección de Khan era mirada con lupa tanto por el régimen de Maduro como por las ONG de derechos humanos que elevaron sus denuncias ante la CPI y también por los principales líderes de la oposición venezolana, siendo estos Juan Guaidó, Leopoldo López, Henrique Capriles Radonski, Julio Borges y María Corina Machado, abiertamente favorables a las investigaciones de la CPI contra Maduro.

El “caso Venezuela” y el Memorándum de Entendimiento

El pasado 12 de agosto, la CPI publicó su informe sobre Venezuela en el que “abrió la puerta de manera formal”, en palabras del abogado Alí Daniels, director de la ONG venezolana “Acceso a la Justicia”, para llevar a cabo “una investigación en contra de Nicolás Maduro y varios altos cargos de su régimen, con la finalidad de que el fiscal de la CPI decida sobre su presunta responsabilidad en crímenes de lesa humanidad”.

En este sentido, el “caso Venezuela” refleja un hecho histórico para la CPI, ya que será la primera vez que este organismo global investigue denuncias de presuntos crímenes de lesa humanidad cometidos en el ámbito hemisférico americano, en este caso también contra un presidente en funciones como es el caso de Maduro.

La visita de Khan levantó expectativas en las ONG de derechos humanos y familiares de las víctimas de la represión del régimen “chavista-madurista” sobre la posibilidad de que la CPI aumentara la presión sobre Maduro.

Esta presión está contenida en la inclusión del “caso Venezuela” en la Fase 3 de este proceso de investigación, en la que la Corte atenderá con mayor celeridad las demandas de estas organizaciones no gubernamentales y exigirá al Estado venezolano una colaboración total en las investigaciones. Ello permitirá certificar con mayor exactitud si realmente el régimen incurrió en crímenes de lesa humanidad y emitir, por tanto, una sentencia definitiva.

El encuentro de Khan con Maduro en el Palacio de Miraflores definió esa perspectiva de toma de contacto inicial, pero también de inicio de esa fase decisiva en el proceso de investigación.

En este sentido, la CPI firmó un Memorándum de Entendimiento con el Estado venezolano que le obliga a facilitar la colaboración e información requerida para las investigaciones. Toda vez, Khan anunció en presencia de Maduro que el “caso Venezuela” entraba en la anteriormente mencionada Fase 3, un anuncio que denota el nivel de presión de la Corte sobre el mandatario.

En esencia, este Memorándum obliga al régimen de Maduro a comprometerse en la adopción de medidas necesarias para garantizar la justicia para las víctimas con el apoyo, seguimiento y supervisión de la fiscalía de CPI.

Tras su reunión con Khan y la firma del Memorándum de Entendimiento, Maduro declaró que respetaba la decisión de la CPI de investigar las denuncias pero “que no las compartía”.

Esta declaración implicaría observar que el modus operandi del régimen de Maduro seguirá manteniéndose inalterable: buscar dilatar la investigación, tal y como hizo durante la etapa de Bensouda al frente de la CPI, con la intención de ocultar preventivamente el acceso a la información y los testimonios, denunciando incluso la posibilidad de “injerencia exterior” tras la nueva fase de investigación. Pero con Khan al frente de la CPI, el escenario ahora se torna más complejo para Maduro.

 

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