El descubrimiento de una nueva variante del coronavirus provocó el viernes un escalofrío en gran parte del mundo y desde Estados Unidos también se mira con reojo la situación de la pandemia.
Los expertos médicos, incluida la Organización Mundial de la Salud, advirtieron de que no se produjera una reacción exagerada antes de que se conociera mejor la variante originada en el sur de África, reportó Florida Politics.
Pero un mundo nervioso temía lo peor casi dos años después de que el COVID-19 apareciera y desencadenara una pandemia que ha matado a más de 5 millones de personas en todo el mundo.
El Secretario de Sanidad británico, Sajid Javid, dijo a los legisladores que la nueva versión puede ser más transmisible que la variante delta y hacer que las vacunas sean menos eficaces.
“Debemos actuar con rapidez y a la mayor brevedad posible”, dijo Javid.
Algunos países decidieron suspender los viajes aéreos desde el sur de África, y las acciones se desplomaron en Asia, Europa y Estados Unidos. El índice Dow Jones cayó 800 puntos al inicio de las operaciones. El precio del petróleo se desplomó un 7%.
La nueva variante avivó inmediatamente los temores de una mayor agitación económica relacionada con la pandemia.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África se mostraron de acuerdo y desaconsejaron enérgicamente cualquier prohibición de viajar a los países que notificaron la nueva variante.
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