Opinión

Roger Rivero: BMW M8 Competition, echar de menos a la pista de carreras

Confieso que lo he intentado. He tratado de mantenerme ligeramente al margen del día a día noticioso, pues radio y TV andan algo deprimentes estos días. Por Roger Rivero Pandemia, incendios, manifestaciones que no acaban e insultos en la política típicos de repúblicas “bananeras”. Esta semana ayudado por BMW, el volumen de mi auto de […]

Por Allan Brito
Roger Rivero: BMW M8 Competition, echar de menos a la pista de carreras
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Confieso que lo he intentado. He tratado de mantenerme ligeramente al margen del día a día noticioso, pues radio y TV andan algo deprimentes estos días.

Por Roger Rivero

Pandemia, incendios, manifestaciones que no acaban e insultos en la política típicos de repúblicas “bananeras”. Esta semana ayudado por BMW, el volumen de mi auto de prueba se ha mantenido en posición OFF.

Un complemento indispensable para los que disfrutamos los autos es el sonido de los escapes. BMW nos regala en el M8 Competition una nota sonora de calidad, producida por su motor V8 de doble turbo, y traducida en melodía por el escape M Sport.

En su “resurrección” -pues la serie 8 ya había gozado de casi una década de vida en los noventa- llegó el pasado año en forma de cupé, extendido ahora como gran cupé y convertible como el de nuestra prueba.

Los números aquí causan estupor. En su versión M, el BMW 8 genera 617 caballos de potencia y 553 libras pie de torque. Alcanza las 60 millas o 97 kilómetros en 3 segundos o menos (algunos han logrado 2.8 y hasta 2.5 segundos) por debajo incluso de algunos Ferrari con mayor potencia. Por último, el precio: $ 155,00 dólares para la versión convertible de entrada -que puede llegar a los $ 186,000- quizá terminen confirmando que, todos estos números, son ciertamente impresionantes.

Desde afuera y por dentro

Los cupés o autos de dos puertas son como los chicos bien parecidos de la escuela. No importa cómo se vistan o comporten, pues siempre encontraran miradas curiosas en su camino. Si le despojamos del techo y lo transformamos en un convertible, la atracción se multiplica.

Mirado de frente, el M8 Competition impresiona. Tiene un aspecto más bien masculino, y si bien no hay ángulos que denoten un “super auto” y carece del efecto WOW que encontramos en un Lexus LC-500 o incluso en un Jaguar F-Type, el M8 Competition “tiene lo suyo”. La gran parrilla tipo riñón de BMW es aquí más grande y amplia, y encaja perfectamente en un entorno negro complementado por la rejilla de ventilación inferior y las dos laterales.

Los faros LED se extienden con contención sobre los guardabarros, que esconden neumáticos Michelin Pilot Sport de 20 pulgadas, resguardados por llamativas llantas que enseñan no menos llamativas pinzas de freno doradas.

El interior no decepcionará a quienes estén dispuestos a desembolsar las seis cifras contenidas en el precio. Trae el aspecto típico de BMW: moderno, de líneas horizontales y con bastante lógica. Los materiales y la construcción son admirables. Las molduras de aluminio se integran con proporción, y la moldura de fibra de carbono disponible complementa el cuero acolchado.

Un paseo nocturno permite descubrir una iluminación ambiental de excelente concepción.  El detalle de alumbrar el interior de las bocinas es un toque elogiable. Pasar tiempo en esta cabina es un gusto, ayudado por excelentes asientos delanteros. Los asientos traseros, aunque de excelente manufactura, puede que estén destinados solo para llevar algunas cosas para el viaje. Por el corto espacio allí disponible, transportar un adulto en ellos puede convertirse en una sesión de tortura. El espacio en el maletero también es ínfimo, debido a la necesidad de esconder allí la armadura del techo cuando está fuera de la vista.

Equipamiento y seguridad

Hay poco de prestaciones de seguridad en el M8. Frenado automático de emergencia con detección de peatones comienza y termina la lista. Muy poco para un auto de este precio creo yo.  El paquete de asistencia a la conducción por unos $ 1,100 dólares adicionales vienen con monitores de punto ciego, alerta de tráfico cruzado trasero, advertencias de cambio de carril, sistema de cámaras con vista en 360 grados y asistencia para el estacionamiento.

El Paquete Profesional de asistencia a la conducción agrega otros $ 1,700 a la ecuación, y requiere del paquete de seguridad antes mencionado para agregar control de crucero adaptativo y asistencia de conducción a manos libres de baja velocidad entre otras.

El sistema iDrive de BMW se ejecuta a través de una pantalla táctil de 10.2 pulgadas. El iDrive está entre nuestros preferidos, pues a pesar de ser algo abrumador por la cantidad de configuraciones disponibles, es fácil de operar y muy rápido.  Apple CarPlay inalámbrico es estándar, pero no pude conectar mi teléfono con Android ni usando el cable. Por suerte, el pulso entre Google y BMW ha terminado, y desde finales de julio algunos modelos del fabricante alemán ya pueden ser actualizados con Android Auto.

En la carretera

El motor S63 de 4.4 litros, ocho pistones en V y dos turbos, es “the cream of the crop” o lo mejor de todo el conjunto.  Con 617 caballos de potencia es el motor de producción más potente fabricado por la división M de rendimiento de BMW. Sorprende que pueda comportarse de forma civilizada o estrafalaria según su amo prefiera…y esto es, hasta cierto punto peligroso.

El M8 Competition es un automóvil que tiene toda la garra necesaria para cualquier situación de conducción. Puedes pasar sin esfuerzo largas rastras en la carretera cuando necesitas adelantamientos rápidos, sintiendo en cada momento que este motor de V8 y la transmisión Streptronic de ocho velocidades mantendrán el automóvil en ebullición en todo el espectro de revoluciones.

La calidad de conducción en el modo “confort” es lujosa, teniendo en cuenta que el ruido de los neumáticos de 20 pulgadas queda bien amortiguado desde la cabina con las ventanillas cerradas. Dentro de la ciudad es muy fácil alcanzar 60 millas por hora sin siquiera advertirlo, y cuando la velocidad máxima autorizada sea de 35, recuerde que el radar de la policía lo descubrirá.

Salir disparado de un semáforo dejando al resto en la distancia puede convertirse en diversión, pero para llevar su tacómetro a la marca de las 6,000 revoluciones, se necesita algo más que ganas. A falta de una pista donde poder probarlo (algo que recomiendo si quiere “sacarle el jugo” a esta máquina colocándola en modo de conducción “track”) busque una carretera remota y escasamente transitada.

Aun así, y sabiendo que el chasis del M8 y las llantas prefieren “agarrarse” a la carretera, que el sistema de tracción xDrive de BMW es un portento, que la suspensión del Competition ha sido mejorada y otros tantos “sabiendo que”, prudencia es recomendada pera no acabar en un video viral de YouTube titulado: “Compra un BMW M8 Competition y lo destruye el primer día”.

Tratar de conducir el M8 Competition de forma tranquila es factible, pero en realidad, es un auto que tienta al desvarío, y contra las tentaciones hay que luchar.

La eficiencia de combustible no es admirable, promediando 18 millas por galón o 13.07 litros cada 100 kilómetros en manejo combinado, pero poco problema será para quienes puedan costear un “juguete” como este.

Para escoger

La familia de la serie 8 de BMW no es extensa. En la cima se coloca el auto que probamos esta semana, el M8 Competition que puede conseguirse como Gran Cupé de cuatro puertas en los $143,000, Cupé que comienza en los $146,000 y Convertible como el de nuestra prueba con precio inicial de $155,500.

Por debajo quedan el M8 (sin el rótulo Competition) y los M850i y 840i con precios que fluctúan entre los $84,900 a los $142,500 para el M8 Convertible.

En su talla hay algunos competidores, ninguno de ellos barato claro está. Puede considerar un Porsche 911, un y Jaguar F-Type, Aston Martin Vantage, Acura NSX o el Mercedes Benz AMG GT.

Concluyendo

Antes he confesado que no soy aficionado a reseñar este tipo de autos. Su precio los coloca fuera del alcance de la mayoría, y en muchos casos, la complejidad técnica y tecnológica de ellos hace difícil mi trabajo. Claro que lo he disfrutado, pero quedo con el desasosiego de no poder haber explorado todas sus posibilidades, algo prácticamente imposible en carreteras públicas.

Los que han esperado ansiosos el retorno del M8 han quedado algo decepcionados, lamentando que añoraban algo más cercano quizás al Mercedes AMG o el Porche 911.  Quizás la solución aquí sea optar por el BMW M8 Gran Cupé. Podrá llevar amigos en el asiento trasero que quedaran impresionados, pero usted no sentirá la necesidad de cotejar con la competencia.

Más sobre autos en: Automotriz.TV

Roger Rivero es un periodista independiente, miembro de NAHJ, la Asociación nacional de periodistas Hispanos y de NWAPA, la Asociación de periodistas automovilísticos del noroeste. Los vehículos son proporcionados por los fabricantes como préstamo por una semana para fines de la reseña. De ninguna manera los fabricantes controlan el contenido de los comentarios.

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