El Soldier Ride es un singular recorrido en bicicleta de cuatro días para veteranos y miembros del Ejército heridos. Es una experiencia divertida en la que los veteranos desarrollan su confianza y fuerza a través de actividades físicas.
Durante el recorrido los veteranos nunca viajan solos, avanzan juntos, como una unidad, tal como lo hicieron durante su servicio militar.
Este año se celebró Miami Beach donde decenas de veteranos salieron hasta loanDepot Park. De esta manera vivieron una experiencia diferente y en equipo.
“No te preocupa nada más, sólo te preocupa lo que estás haciendo”, dijo el veterano herido Joel Silva a Local 10 News.
A pesar de que muchos presentan heridas de guerra y tienen diferentes capacidades físicas, la actividad se caracteriza porque nadie se queda atrás y todos avanzan a un mismo ritmo.
En cada evento los veteranos realizan actividades para:
- Aumentar la motivación, la confianza y la conciencia general sobre la conducción
- Descubrir habilidades y ejercicios para mejorar el manejo y la experiencia de conducción
- Aprender el cuidado y el mantenimiento adecuados del equipo
- Ganar comodidad viajando en grupo
- Perfeccionar las técnicas adecuadas para andar sobre diversos terrenos
- Adquirir recursos adicionales para seguir andando en bicicleta después del evento
De igual forma, todos los eventos de ese año tendrán un significado especial. La ONG Wounded Warriors cumple 20 años de la mano con veteranos heridos.
“Si nos remontamos a la época de Vietnam y a las necesidades que tuvieron aquellos veteranos durante décadas después del conflicto, sabemos que nuestra generación actual de veteranos posteriores al 11-S va a necesitar programas y servicios que les mantengan en forma y sanos”, dijo Herrera James Herrera, vicepresidente de Salud Física y Bienestar en Wounded Warrior Project.
Un día de diversión
David Schen, un veterano que quedó paralitico en 2010 durante emboscada en Afganistán valoró positivamente la actividad. Además, asistió con su hermano, quien también quedó paralítico al recibir un impacto de bala en la cabeza.
Aunque en un principio no lo consideró, acudió al proyecto en el momento en que necesitaba ayuda.
“Estando en el hospital llegué a ese punto de ruptura y fue después de mi primer intento de suicidio cuando me puse en contacto con el Proyecto Guerrero Herido y pedí ayuda”, dijo.
Historias como esta se repiten a menudo entre los participantes. Por esta razón, todos han encontrado un sentimiento de camaradería por sus compañeros.
De igual forma, la actividad física les permite mantener su salud. En la actualidad más de la mitad de los que participan en el proyecto se consideran obesos o con sobrepeso.
La experiencia abre las puertas a nuevas oportunidades y conocimientos y ayuda a liberar su potencial sin explotar
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