En Florida: Parece una mota, pero si lo roza...¡puede terminar en el hospital!

Una mujer de Florida jamás pudo imaginar que el roce con lo que parecía una mota en su jardín iba a provocarle una de las experiencias más dolorosas de su vida y la llevaría directo al hospital.

Por Redacción MiamiDiario

Tal y como reseña CiberCuba, Bri Oteri, residente en Dade City, tuvo un incidente con una oruga venenosa que terminó con un ingreso en el hospital, por lo que decidió contar su historia.

El hermano de Bri cogió pronto su teléfono y tomó las fotos que publicó en sus redes. “Estaba viendo a mi hijo practicar y de repente no podía respirar. Pensé que me iba a desmayar, y luego vino el dolor. En mi pecho… en todo mi brazo derecho, irradiando desde mi muñeca a través de todo mi brazo y hombro. Miré a mi marido y le dije que teníamos que ir a urgencias ahora mismo. Estaba asustada”.

En las imágenes que compartío en las redes se ve el animal que la picó: Se trata de una oruga de gato u oruga peluche (Megalopyge opercularisoruga), la más venenosa de Estados Unidos.

Bri Oteri relata que “El dolor era tan insoportable que lloraba histéricamente en el hospital y pedía a los médicos y enfermeras que me ayudaran. La morfina ni siquiera tocó el dolor. Lloré y rogué a Dios durante horas para que se detuviera. He tenido dos cesáreas, otras cirugías, y nada se acercó al dolor. Sentí como si alguien estuviera perforando mis huesos”.

Según el doctor Alfred Aleguas, director del Centro de Envenenamiento de Florida, en 2018 se reportaron más de 220 casos por envenenamiento con la oruga peluche.

La larva de la Megalopyge opercularisoruga debe su nombre a que está cubierta de espinas venenosas que parecen pelos, lo que la hace similar a un pequeño gato persa. La exposición a esas espinas causan una irritación inmediata en la piel, y un dolor descrito como el de un hueso roto.

Las reacciones se localizan en el área afectada, pero con frecuencia son muy graves e irradian hacia arriba, provocando ardor, hinchazón, náuseas, dolor de cabeza, malestar abdominal, erupciones cutáneas, y a veces, dolor en el pecho, entumecimiento o dificultad para respirar.

Para muestra la experiencia de Bri Oteri: “Pensé que me iba a desmayar, y luego vino el dolor. En mi pecho… en todo mi brazo derecho, irradiando desde mi muñeca a través de todo mi brazo y hombro. Miré a mi marido y le dije que teníamos que ir a urgencias ahora mismo. Estaba asustada”.

Luego de vivir esa dolorosa experiencia Oteri coincide con las recomendaciones de las autoridades “Por favor, estén atentos a estas cosas o lean sobre ellas en internet. Hay artículos por todas partes. Estoy tan contenta de que fuera yo y no mis hijos ni los hijos de nadie”, concluyó.