Destacado, Opinión

En los Estados Unidos de Joe Biden todo es más caro

La semana pasada se publicaron los nuevos datos sobre el Índice de Precios al Consumidor (IPC), y los números no mienten: los estadounidenses están sufriendo bajo la desastrosa economía de Joe Biden. Los precios de casi todo se están disparando, mientras las familias estadounidenses luchan por llegar a fin de mes, después de más de […]

Por Allan Brito
En los Estados Unidos de Joe Biden todo es más caro
Facebook Twitter Whatsapp Telegram

La semana pasada se publicaron los nuevos datos sobre el Índice de Precios al Consumidor (IPC), y los números no mienten: los estadounidenses están sufriendo bajo la desastrosa economía de Joe Biden. Los precios de casi todo se están disparando, mientras las familias estadounidenses luchan por llegar a fin de mes, después de más de un año de bloqueos liderados por los Demócratas, que lesionaron a los trabajadores y las pequeñas empresas en todo el país. En los Estados Unidos de Joe Biden, todo es más caro. Y a su administración desconectada de la realidad, no le importa que estemos enfrentando dificultades; de hecho, están trabajando horas extras para empeorar las cosas.

Los precios al consumidor aumentaron 6.2% en octubre de 2021 en comparación con octubre de 2020. Ese es el mayor aumento anual en 30 años: Joe Biden está reescribiendo los libros de historia sobre el fracaso. Estos devastadores aumentos de precios están afectando a los estadounidenses en general, que están pagando más por bienes esenciales y cotidianos. El gas cuesta un 49,6% más, los huevos han subido un 11,6%, los costos de los servicios públicos crecieron un 28% sobre los de hace un año y los muebles son un 12% más caros que en octubre pasado. ¿Quiere llenar el tanque de su auto o preparar el desayuno para sus hijos? ¿Es hora de pagar la factura de la luz o comprar un sofá nuevo? Prepárese para vaciar su billetera. Incluso las compras más básicas son una carga financiera en esta desastrosa economía de Biden

Estos desafíos vienen cuando las vacaciones de invierno están a la vuelta de la esquina. Se acerca una de las celebraciones de Acción de Gracias más caras de la historia: ese pavo en su mesa podría costar hasta un 25% más que el año pasado. De hecho, casi todos los platos tradicionales de Acción de Gracias serán más caros este noviembre. Y con la actual crisis de la cadena de suministro de Biden, que amenaza la disponibilidad de productos en todos los ámbitos, los regalos de navidad también serán más caros, si es que puede conseguirlos. Los estantes se están vaciando en todos los Estados Unidos, en la medida en que los barcos de carga, repletos de mercancías languidecen en nuestros puertos, sin poder descargar. Mientras tanto, los camioneros de todo el país amenazan con renunciar en masa, como consecuencia del mandato inconstitucional de vacunación forzada de Biden. En solo 10 cortos meses, Joe Biden ha logrado romper los sistemas que hacen que nuestra economía funcione.

Y cuando llegue el clima frío, pagaremos más solo para mantener la calefacción encendida en nuestros hogares. El año pasado, los Demócratas hicieron todo lo posible para arruinar las vacaciones con alarmismo y cierres excesivos, que mantuvieron a las familias separadas. Ahora, están encareciendo la comida y los regalos navideños, tornándolos inalcanzables en algunos casos.

Ante semejante desastre, uno podría esperar que la administración Biden se apresure a actuar, se identifique con los estadounidenses que luchan y haga todo lo posible para brindar soluciones a las crisis que ellos mismos crearon. Han hecho exactamente lo contrario. El Jefe de Gabinete de la Casa Blanca, Ron Klain, describió con desdén el aumento vertiginoso de los precios de los alimentos y la gasolina como “problemas de clase alta”. Cuando se le preguntó sobre el plan de la administración para reducir los precios de la gasolina, la multimillonaria Secretaria de Energía Jennifer Granholm se echó a reír y calificó la pregunta de “graciosísima.” El secretario de Transporte, Pete Buttigieg, estaba fuera de su cargo cuando la crisis de la cadena de suministro se salió de control, y recientemente bromeó sobre lo difícil que será para las familias recibir regalos de navidad este año.

Tal vez sea solo yo, pero dudo que estas élites costeras incompetentes y arrogantes estén viviendo esta crisis como les toca hacerlo a las familias en mi estado natal de Michigan.

Este es el fracaso de Joe Biden. Ha presidido esta crisis económica y ha seleccionado personalmente a los funcionarios que ahora están tocando el violín mientras Roma arde. Biden ha despilfarrado por completo la recuperación económica que heredó del presidente Trump. Y está esforzándose activamente por empeorar las cosas: su mandato inconstitucional de vacunas dejaría a las empresas en dificultades, empeoraría la escasez de mano de obra y empujaría la inflación aún más. Mientras tanto, los Demócratas también están tratando de imponer trillones de dólares en nuevos impuestos y gastos. Incluso los economistas liberales advierten que estas propuestas de gastos podrían conducir a una mayor inflación y hacer la vida aún más difícil para los estadounidenses pobres y de clase media.

Mientras los americanos tienen problemas a la hora de comprar alimentos y las pequeñas empresas luchan por permanecer abiertas, Biden quiere que paguemos más en impuestos, al tiempo que apunta su mandato autoritario de vacunas en contra de los trabajadores. Con Joe Biden, lo peor siempre está por llegar.

Por Ronna McDaniel, Presidenta del Comité Nacional Republicano (RNC)

 

Relacionados