Tres reuniones en Brickell y una confesión: Espía cubano en Miami cayó en trampa del FBI

Un mensaje de WhatsApp, una llamada y tres citas en Brickell bastaron para poner en evidencia la integridad de Víctor Manuel Rocha. El exembajador de Estados Unidos en República Dominicana cayó en la trampa de un agente del FBI y contó sus “hazañas” como espía para Cuba.

Un food court en Brickell sirvió de escenario para las citas del agente encubierto y el exembajador. En un restaurante, “Miguel”, nombre ficticio del funcionario del FBI, “trabajó” el ego de Rocha, quien admitió con orgullo su lealtad hacia el gobierno cubano.

Rocha, de 73 años, es ciudadano estadounidense nacido en Colombia. Durante casi 40 años, presuntamente colaboró como agente encubierto de la Dirección General de Inteligencia de Cuba, desde 1981 hasta la actualidad.

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En noviembre del año pasado, Rocha recibió un mensaje de WhatsApp de alguien que se presentó como representante encubierto de la DGI cubana. Poco más de un año después está acusado de espía. Este es el relato de su confesión, según Infobae.

El mensaje y la llamada que ganaron la confianza de Rocha

El 15 de noviembre de 2022, Rocha recibió un mensaje de WhatsApp. “Buenas tardes embajador, me llamo Miguel y tengo un mensaje para usted de sus amigos de La Habana. Se trata de un asunto delicado. ¿Está disponible para una llamada telefónica?”.

El remitente era un agente encubierto del FBI. “No entiendo, pero puede llamarme”, respondió Rocha. Más tarde atendió a la llamada de “Miguel”, quien le comentó que había problemas “en la isla” y en “nuestra embajada en Santo Domingo”.

Además en esa primera conversación, el agente del FBI mencionó dos destinos cruciales en la vida de Rocha: Chile y Santo Domingo. “Sé que has sido un gran amigo nuestro desde tu paso por Chile”.

Tras esas primeras palabras, Rocha accedió a tener un encuentro personal con Miguel al día siguiente, el 16 de noviembre de 2022. El lugar elegido fue frente a la Primera Iglesia Presbiteriana de Miami, en el barrio de Brickell, a las 10 de la mañana. 

Las tres reveladoras citas de Rocha y Miguel en Brickell

En ese primer encuentro, Rocha no llegó directo al lugar acordado. Tomó rutas alternas, se detuvo en lugares imprevistos y observó el punto de encuentro desde lejos, para constatar si lo seguía y si era una trampa.

Al llegar, Rocha le pidió a Miguel ir a un food court cercano. Todas estas tácticas de contravigilancia le indicaron al agente encubierto que Rocha podía ser el espía que estaba buscando.

Durante esa primera conversación, Miguel le confió a Rocha que estaba trabajando para Cuba de encubierto y que tenía las instrucciones de presentarse como su nuevo contacto. 

Rocha se sintió halagado y comenzó a describir sus actividades como agente de la DGI. “Quiero expresarles a los ‘compañeros’ que estoy muy agradecido y aprecio este contacto”.

Mantuvieron una larga conversación ese día. Rocha le confió detalles como que su último encuentro con la DGI fue en La Habana. Además, comentó que él prefería referirse a Cuba como “La Isla”, no como “La Habana”.

Rocha también contó temas personales, como cuando la DGI le pidió que retornara a la vida normal y se forjó una cobertura de ser una “persona de extrema derecha”. Le explicó que era la primera vez que lo contactaban desde el 2016 o 2017. 

“Ellos deben haberte contado mucho, porque mencionaste a Chile… Eso… me dio confianza. A la vez pensé que puede haber un traidor que les haya dicho a ellos (FBI) que yo estuve en Chile”, admitió Rocha.

La segunda reunión

El 17 de febrero de 2023 se reunieron de nuevo en el mismo food court en Brickell. En esa oportunidad, el agente encubierto le preguntó si podía volver a trabajar con ellos y Rocha contestó que no había ni que hacerle la pregunta. 

El exembajador reveló su preocupación por el estado de la Revolución cubana y la necesidad de protegerla. También confirmó que tenía “información importante” en su poder.

La tercera reunión

La pareja tuvo otro encuentro el 23 de junio de 2023, en el mismo food court. Esta vez, Miguel le planteó a Rocha que “la Dirección quiere estar segura que todavía eres un compañero de nosotros. ¿Sigues con nosotros?”. 

Rocha se enojó. “Como si quisieran que me rajara… que mostrara si me quedan testículos”. Ante la ira, el agente reconoció la labor del exdiplomático y comentó que debía tener “tremendo par de huevos”. “Sí, los tengo”, respondió Rocha. 

Miguel y Rocha acordaron volver a verse el 8 de diciembre de 2023. Sin embargo, el 1 de diciembre a Rocha lo citaron del Servicio de Seguridad Diplomática de Estados Unidos para una entrevista voluntaria, a la cual asistió.

Tras el interrogatorio, donde lo enfrentaron con todas las pruebas grabadas que tenían en su contra, Rocha quedó arrestado en su vivienda en Miami. Ahora enfrenta cargos por conspirar para cometer delitos contra los Estados Unidos y obtener pasaportes de Estados Unidos con información falsa.