Estados Unidos está peor al cumplir Biden un año en el gobierno

Joe Biden acaba de dar su primera conferencia de prensa en casi tres meses y no perdió tiempo en dejar en claro por qué se esconde de los periodistas. Biden ofreció una excusa débil para cada crisis que sucedió bajo su mandato, culpó a otros por sus fallas y, en ocasiones, parecía vivir en una realidad alternativa. En un momento, cuando se le preguntó si había prometido demasiado al asumir el cargo, Biden respondió que en realidad había “superado” las expectativas de todos. Esto se produce cuando su índice de aprobación entre los estadounidenses continúa cayendo. Una encuesta de Politico encontró recientemente que aproximadamente la mitad de los estadounidenses le dan a Biden una calificación de “D” o “F” en su primer año en el cargo.

Sería difícil encontrar a alguien en los Estados Unidos de Joe Biden que piense que ha superado las expectativas. Transcurrido un año de la presidencia de Biden, los estadounidenses están peor en todos los ámbitos.

Los precios de los productos cotidianos están por las nubes, en la medida en que los estadounidenses, de costa a costa, experimentan una crisis de inflación que esta generación no conocía. Biden no puede decir que nunca le advirtieron: economistas de todo el espectro político, incluyendo a algunos que trabajaron para Barack Obama, vienen haciendo sonar la alarma sobre la inflación desde hace meses. Ahora, los bienes básicos se han convertido en lujos caros para muchos, y a Biden no parece importarle. Su jefe de gabinete, Ron Klain, se burló de la inflación como un “problema de clase alta”. Las madres que intentan alimentar a sus hijos antes de enviarlos a la escuela, han visto cómo se disparan los precios de los huevos y el tocino, y definitivamente no están de acuerdo con Biden.

Cuando habló brevemente sobre la inflación durante su conferencia de prensa, Biden se refirió vagamente a un plan para reparar la cadena de suministro. Aquí hay una noticia de última hora: la cadena de suministro se rompió durante el mandato de Biden y él ha hecho poco para solucionarlo. Los barcos llenos de mercancías siguen atrapados frente a la costa de California y lo han estado durante meses. Mientras tanto, la delincuencia puede estar aumentando incluso más rápido que los precios. Las grandes ciudades de todo el país, todas gobernadas por Demócratas, están experimentando aumentos históricos en asesinatos y agresiones. En su conferencia de prensa, Biden tuvo poco que decir sobre por qué las comunidades, desde Los Ángeles hasta Nueva York, son menos seguras, corrido un año de su presidencia. No abordó el papel claro que ha tenido el impulso de su partido para desfinanciar a la policía en la creación de esta ola de violencia. Además, no menciona las drogas y el crimen que inundan la frontera sur o los casi 2 millones de inmigrantes indocumentados que han sido sorprendidos intentando cruzar ilegalmente la frontera, desde que él asumió el cargo.

Estos son los Estados Unidos de Joe Biden: las compras son más caras y los vecindarios menos seguros. Es posible que nuestros hijos ni siquiera estén en la escuela. Biden afirmó durante su conferencia de prensa que “no volveremos a cerrar escuelas.” Eso fue otra mentira, al igual que su afirmación de que “acabaría con el virus.” Las escuelas están cerrando de nuevo en todo el país, a pesar de que el COVID, y especialmente la variante Ómicron, afortunadamente no constituyen una amenaza grave para los niños. La negativa de Joe Biden a enfrentarse a los sindicatos de docentes de extrema izquierda, está provocando que los niños pierdan un tiempo precioso en el aula que nunca recuperarán. Y la ciencia muestra que el cierre de escuelas tendrá un impacto negativo real y duradero en nuestros hijos.

Las cosas no van mejor en el escenario mundial. Con Rusia concentrando tropas en su frontera con Ucrania, Biden aparentemente le dio luz verde a Vladimir Putin para hacer, en sus palabras, una “pequeña incursión” en la nación vecina. Esa es una debilidad asombrosa de Joe Biden, que envalentona a nuestros adversarios como China e Irán, que ahora creen que Estados Unidos no resistirá su agresión. Mientras tanto, la sombra de Afganistán continúa cerniéndose sobre cada declaración de política exterior que hace Biden. No hemos visto justicia para los trece héroes estadounidenses que murieron en Kabul, como resultado directo de la desastrosa retirada de Joe Biden. Incluso hoy, hay americanos que siguen atrapados en territorio controlado por el Talibán: cuando se le preguntó sobre Afganistán durante su conferencia de prensa, Biden dijo descaradamente: “No me disculpo por lo que hice.”

Esa declaración sobre Afganistán revela la verdad de la presidencia fallida de Biden. Joe Biden no se disculpa por sus errores porque no le importa. En la cosmovisión sesgada de Biden, los problemas a los que nos enfrentamos no existen, y si existen, no es su culpa y no los abordará. Eso no es liderazgo. Es una autopreservación egoísta y arrogante de un político de carrera que tiene sorprendentemente poco que mostrar en sus 50 años recibiendo un salario financiado por los contribuyentes (además de los fondos extranjeros con que su corrupto hijo Hunter ha podido contribuir).

Sabíamos que Biden sería malo. Un año después, lamentablemente superó todas las expectativas, y los estadounidenses están pagando el precio.