Fallece a los 96 años Delia Fiallo, la “madre de la telenovela”

«Fui a Televisa con muchas ilusiones, porque todos esos grandes éxitos que tuve los conseguí con una producción muy honesta, muy humilde, en Venevisión, en Venezuela. Y Televisa me ofrecía una producción formidable. ¿qué pasó? Fracasó lo principal: el libro. Al cambiarlo todo, fracasa el libro», dijo.

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«Me pagaron muy bien por mis obras pero muchas de ellas las engavetaron», continuó.

«Muchas de ellas fueron resultados terribles, como en el caso de Kassandra, por ejemplo. Ellos hicieron una versión. Eran novelas, los gitanos, el circo y le quitaron los gitanos. Entonces toda esa cosa del exotismo de los gitanos, la música que yo había documentado, la cultura gitana, los modismos… los bailes, las joyas…. Todo eso se perdió. Y en México no  esa novela no es que pasara sin pena ni gloria. Fue un fracaso total».

Delia Fiallo nació el 4 de julio de 1924 en Cuba y brilló como escritora y guionista de telenovelas. Vivía en Miami, Florida.

Fue una de las más destacadas representantes de la novela romántica contemporánea, incursionando en diversos géneros que aparecieron en su producción literaria.

Por su contribución al auge del género del melodrama entre finales de los años 70 y mediados de los 80, se la considera la “madre de la telenovela latinoamericana”.

En total, se han realizado más de 80 adaptaciones exitosas de sus telenovelas en diferentes países e idiomas.

Fiallo estudió filosofía y letras en La Habana, doctorándose en 1948.

Comenzó a escribir radionovelas en La Habana en 1949, realizando su primera adaptación a telenovela con Soraya, que se estrenó en Cuba en 1957. Abandonó el país, junto a su familia en 1966, para exiliarse en Miami, donde escribiría la mayor parte de sus novelas.

Vivió un tiempo en Venezuela, para supervisar las producciones de sus obras por parte de Venevisión y, posteriormente, de Radio Caracas Televisión.

Gracias a su compatriota Enrique Cuscó, pudo contactar con los propietarios de la primera, que emitieron su primera telenovela en ese país, Lucecita, de 1967.

Fiallo no escribía una telenovela original desde Cristal, en 1985, ya que el último proyecto en el que trabajó, La Felicidad, nunca se terminó y decidió retirarse.

En ese momento, vendió los derechos de sus obras a Televisa. Sus adaptaciones, como había declarado en varias ocasiones, no le habían gustado.