La odisea de capitán y su perrita: Sobrevivieron 3 meses varados en el océano 

Hay un dicho que reza que la realidad siempre supera a la ficción. Aunque parece trillado, historias como las del capitán australiano Timothy Lyndsay Shaddock, de 54 años y su perrita, Bella, bien podría convertirse en éxitos taquilleros de Hollywood.

Todo comenzó en abril cuando Timothy y Bella decidieron partir en su catamarán “Aloha Toa” desde la ciudad mexicana de La Paz hacía la Polinesia Francesa. Los catamarán son embarcaciones de tamaño similar al de un yate, que se caracterizan por tener dos cascos paralelos en lugar de uno.

Durante el viaje tenían que cubrir una distancia aproximada de 3,100 millas en 10 días. Para un hombre de altamar como Timothy esto era una ruta de rutina.

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Sin embargo, al cabo de unos días, todo lo que podía salir mal, salió. El catamarán perdió sus velas y la embarcación quedó inhabilitada y varada en pleno Océano Pacífico.

En ese momento, Timothy y Bella no se imaginaban el calvario que estaban apunto de vivir. Los días comenzaron a pasar, uno tras otro, sin tierra a la vista, mientras se acababan los recursos de la embarcación.

Una de las primeras cosas que hizo el capitán fue colocar recipientes para recolectar la lluvia que cayera y así no morir de sed. Toda el agua que recogía la compartía con su amiga Bella, la cuál no estaba dispuesto a dejar morir.

Afortunadamente se las ingenió para pescar, y en los días que tenía suerte podía irse a la cama con un pescado crudo en el estomago. Mientras pasaban las semanas era notable su perdida de peso, así como el crecimiento de su barba. Sin embargo, siempre se mantuvo activo en intentar pescar lo que podía y seguir recolectando agua cada vez que lloviera.

No obstante, la suerte del capitán Timothy y su fiel acompañante Bella cambió a comienzos de julio. Un día, después de estar tres meses en altamar, avistaron a una embarcación pesquera mexicana, por lo que, le emitieron la señal de auxilio.

Los pescadores no dudaron ni un momento en rescatarlos. Una vez en el barco les brindaron atención médica, alimentos y agua, al parecer todo el suplicio había terminado.

La tripulación perteneciente a la flota de Grupomar, especializados en la pesca de atunes, detallaron que los encontraron a 1200 millas de la costa. Antonio Suárez Gutiérrez, fundador de la compañía expresó su orgullo de haber rescatado a alguien en altamar.

Mientras tanto, Timothy reveló que su catamarán Aloha Toa quedó inhabilitado después de una fuerte tormenta. No solo perdió las velas, sino también todos los componentes eléctricos que quedaron inoperativos, por lo que no podía hacer nada.

“He pasado por un calvario muy difícil y solo necesito descansar y comer bien porque he estado mucho tiempo solo en el mar”, dijo a la televisión australiana. Asimismo, detalló que más allá de su perdida de peso se siente bien de salud.

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