CEO de ChatGPT teme que las IA se vuelvan en contra de los humanos

La inteligencia artificial (IA) es una tecnología que inquieta a algunos sectores de la humanidad. Su potencial para cambiar nuestro mundo es innegable, pero ¿a qué costo? El poder de esta herramienta puede ser un rayo de luz en la oscuridad, pero también puede convertirse en un arma que destruya todo a su paso.

Sam Altman, padre de ChatGPT, una plataforma de generación de texto increíblemente avanzada, no puede evitar sentir cierta inquietud cuando piensa en lo que su creación podría llegar a hacer. Lo ha expresado en diferentes entrevistas a nivel mundial.

Él y sus colegas, como Elon Musk y Peter Thiel, saben que están jugando con fuego. Sin embargo, su ambición por crear una IA que beneficie a la humanidad los impulsa a seguir adelante.

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Muchos expertos consideran que ChatGPT puede generar maravillas literarias, pero también “puede convertirse en una herramienta de engaño y manipulación”.

Altman confesó “que le da miedo pensar en cómo su invención podría ser utilizada en el ámbito político”, donde la verdad a menudo se encuentra en una línea borrosa. “Vamos a ver una cantidad sin precedentes de desinformación generada por la IA”, advirtió.

No obstante, la idea de una inteligencia que se vuelve en contra de sus creadores no es nueva. Desde Mary Shelley hasta Elon Musk, muchos han contemplado la posibilidad de que estas creaciones superen a la humanidad y la vean como una amenaza.

A pesar de que Altman no cree que este escenario sea probable, admitió que sería imprudente descartarlo por completo. Para evitar el riesgo, aboga por la regulación, la supervisión y la transparencia en el desarrollo de las nuevas tecnologías.

Asimismo, consideró que, clave para garantizar un futuro positivo para la IA, es clave que la herramienta esté al servicio de los humanos, en lugar de ser su amo. En esta línea, puntualizó que debe ser capaz de realizar cualquier tarea intelectual , pero bajo nuestro control, de los individuos.

Finalmente, consideró que la IA pudiera convertirse en una bendición para la humanidad si se utiliza con responsabilidad y ética.