Miguel Díaz-Canel Bermúdez cumple este viernes su primer año como jefe de gobierno en Cuba, fiel a la promesa de continuidad con la que asumió el cargo bajo el manto del general de Ejército, Raúl Castro.
Cortesía de RadioTelevisiónMartí
Las infundadas esperanzas de cambio que había generado la llegada al poder de una nueva generación se congelaron en el primer discurso del nuevo presidente del Consejo de Estado, quien prometió “dar continuidad a la Revolución” y dejó claro que Raúl Castro encabezaría “las decisiones de mayor trascendencia para el presente y el futuro de la nación”.
“El cambio generacional de nuestro gobierno no debe ilusionar a los adversarios de la Revolución. Somos la continuidad, no la ruptura”, advirtió Díaz-Canel desde su primer minuto en el cargo.
Tras un año en el poder, las esperanzas frustradas que hoy encaran los cubanos son las mismas de las últimas seis décadas, como también son idénticas las promesas de solución que emanan de la cúpula dirigente.
En su balance de logros y fracasos Díaz-Canel tiene un saldo tan negativo como la larga cadena de incumplimientos económicos y sociales que heredó de los 60 años de comunismo en la isla.
Una vez más el discurso oficial llama a los cubanos a apretarse el cinturón. El general Castro, primer secretario del Partido Comunista de Cuba, advirtió el pasado 11 de abril sobre la necesidad de estar “alertas y conscientes de que enfrentamos dificultades adicionales y que la situación pudiera agravarse en los próximos meses”.
“Para decirlo en buen cubano: la crudeza del momento nos exige establecer prioridades bien claras y definidas, para no regresar a los difíciles momentos del Período Especial”, reconoció Díaz-Canel dos días después ante la Asamblea Nacional del Poder Popular, en el marco de la proclamación de la nueva Constitución.
Un año de malas noticias
Díaz-Canel, quien cumple este sábado 59 años de edad, recibió el miércoles un controvertido regalo de cumpleaños de la Administración Trump que puso en vigor el Título III de la Ley para la Libertad y la Solidaridad Democrática Cubana (Ley Helms-Burton).
El texto legal que se suspendía cada año desde que fue aprobada la Ley en 1996 permitirá demandar en Estados Unidos a compañías extranjeras que incurran en tráfico de propiedades confiscadas sin compensación en Cuba.
La medida, que acumulará mayores dificultades a la deteriorada economía cubana y a sus necesidades de inversión extranjera, ha sido la respuesta de la Administración Trump a la intervención de Cuba en Venezuela, donde más de 20,000 cubanos colaboran con el régimen dictatorial de Nicolás Maduro, en un amplio abanico de sectores.
Otros infortunios que ocurrieron en su primer año de mandato:
- En su primer año de gobierno Díaz-Canel vio llegar a su fin el programa de contratación de médicos a Brasil con la consiguiente pérdida de ingresos.
- En mayo se produjo en La Habana la caída de un avión operado por la compañía mexicana Global Air, que causó 112 muertos y a la que sobrevivió una sola persona.
- El 27 de enero, un inusual y potente tornado azotó La Habana provocando 6 muertos y severos daños a 3,780 viviendas, tendidos eléctricos y teléfónicos entre otras afectaciones.
Economía en picada
En el último año, Cuba enfrenta una profundización de su prolonga crisis económica, agravada por la caída de las importaciones de crudo desde Venezuela, la falta de fondos para importar alimentos y suministros básicos y resultados negativos en sus planes de producción.
Mario A. González Corzo, profesor de Economía de Lehman College en CUNY University, New York, considera que “la agricultura sigue siendo el nudo Gordiano que aún está por desatarse, y la ineficiencia de este sector afecta al “cubano de a pie” donde más duele: en el bolsillo y en la mesa”.
“Los precios de los productos agrícolas y alimentos, fuera del sistema de racionamiento, están fuera del alcance de una porción considerable de la población y aunque datos oficiales no existen al respecto, es bien sabido que gran parte de los hogares cubanos destinan un alto porcentaje de sus ingresos a la alimentación”, señaló el experto.
En un comentario enviado a RadioTelevisiónMartí para este reportaje, González Corzo, quien se ha especializado en temas económicos sobre la agricultura cubana (Studies in Agricultural Economics, “Agricultural Reforms, Land Distribution, and Non Sugar Agricultural Production in Cuba)destacó los motivos principales por los cuales este sector no logra recuperarse de su prolongada crisis.
- Rígido y excesivo control por parte del Estado, el cual a pesar de las reformas iniciadas en 2007 aún es dueño del 86,2% de las tierras del país. Este es un punto importante que debemos recalcar: todavía en 2019, la mayor parte de las tierras del país es propiedad estatal socialista; el 13,8% restante pertenece a los agricultores pequeños (9, 1%) y las Cooperativas de Producción Agropecuaria (CPA) (4,7%).
- Burocratismo excesivo, trámites engorrosos, procesos que limitan en vez de facilitar la gestión de los productores agrícolas,
- Falta de insumos, problemas con el transporte e infraestructura,
- Acceso limitado a crédito o financiamiento suficientes,
- Sistema tributario (puesto en marcha a partir de 2012, pero expandido en 2018) con varios tipos de tasas impositivas sobre la producción (ventas), posesión de la tierra (incluyendo tierras ociosas), etc., el cual desestimula la producción,
- Bajos rendimientos agrícolas debido a falta de insumos, compactación de los suelos, salinización, etc.
- Impacto de huracanes y sequias, falta de sistemas de irrigación, rotación de plantaciones, etc.
- Dificultades con la recogida en el campo, almacenamiento, envase y distribución de productos del agro,
- Limitaciones impuestas por el Estado sobre los derechos de propiedad de los productores, regulaciones que limitan la “concentración de la riqueza,” al igual que la inversión extranjera, y la posibilidad de los productores a exportar directamente, emprender “joint ventures” con empresas agroindustriales multinacionales, etc.