Vida saludable

¿Eliminar las grasas de la dieta es realmente bueno?

Los especialistas aseguran que es importante controlar muy bien la alimentación en todo momento.

Por Angel David Quintero
¿Eliminar las grasas de la dieta es realmente bueno?
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La obesidad es un problema grave que con el tiempo se ha agravado en los Estados Unidos. Según el portal especializado Trust for America’s Health (TFAH) el 40% de los adultos padecen de esta condición que puede ocasionar, entre otras cosas: enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2, cáncer, problemas respiratorios, desgaste en las articulaciones, entre otros.

En esta época del año muchas personas se animan a iniciar un nuevo régimen alimenticio para bajar de peso. La mayoría de las veces, no consultan a un especialista y suprimen todas las grasas en sus comidas diarias. Aunque al principio esto parece una buena idea para lograr el ansiado déficit calórico, lo cierto es que se trata de una alimentación desbalanceada que terminará trayendo problemas a futuro.

Consumir grasas es esencial para el correcto funcionamiento del cerebro. El cerebro necesita el 25% del gasto energético diario, por lo que requiere de una alimentación balanceada.

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El déficit de grasas puede ocasionar depresión, falta de concentración y mal humor. Además, a largo plazo terminará perjudicando la vista, la piel, el cerebro y el corazón.

Lo más importante es tener una dieta bien balanceada.

Aprende la diferencia

Antes de comenzar una dieta debes considerar que no todas las grasas son iguales. Hay un grupo que son consideradas como necesarias para tu organismo, mientras que hay otras que definitivamente debes evitar. Las perjudiciales para la salud son las saturadas, las hidrogenadas y las trans.

Las saturadas se encuentran en productos de origen animal, como la carne roja, las aves de corral, la leche y los lácteos. Las hidrogenadas y trans están en alimentos procesados, como bollería industrial, galletas, helados y patatas fritas.

Ingerir estos productos puede aumentar los niveles de colesterol LDL, conocido como “colesterol malo”, en la sangre. Este elemento se acumula en las arterias, lo que puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como de la coronaria, accidente cerebrovascular e insuficiencia cardíaca.

Más allá del aporte calórico, las grasas malas aumentan el riesgo de enfermedades. Foto: Freepik

Por otro lado, las grasas saludables para la salud son las monoinsaturadas y poliinsaturadas:

Las monoinsaturadas se encuentran en alimentos como el aceite de oliva, las aceitunas, el aguacate y las nueces. Las poliinsaturadas, como los ácidos grasos omega 3 y omega 6, se encuentran en pescados azules, semillas oleaginosas y ciertos aceites vegetales.

Las grasas monoinsaturadas contribuyen a aumentar los niveles de colesterol HDL, conocido como “colesterol bueno”. Este elemento ayuda a eliminar el LDL de la sangre.

Mientras tanto, las poliinsaturadas tienen efectos antiinflamatorios y cardio protectores. Los ácidos grasos omega 3 son especialmente importantes para la salud del corazón, ya que pueden ayudar a reducir la inflamación y el riesgo de arritmias.

Las grasas buenas no deben superar el 35% de tu consumo calórico diario. Foto: Freepik

¿Cuánta grasa debería consumir al día?

Al momento de iniciar una dieta, recuerda que lo que va a determinar si pierdes peso o no son las calorías totales que consumes al día.

Según Las Guías Alimentarias para los Estadounidenses (DGA) 2020-2025, lo recomendable es que la ingesta de “grasas malas” no superen el 10% del consumo total calórico. Mientras tanto, el consumo total, incluyendo las buenas, no debería superar el 25%, en caso de hacer dieta o el 35% para personas que quieran mantener su peso.

En caso de que te propongas reducir por completo las malas, y así evitar futuras enfermedades, hay algunos tips que puedes poner en práctica que harán tu vida mucho más fácil, de acuerdo con el portal especializado Medline Plus.

– Reemplace las galletas por nueces como refrigerio. Se trata de una buena fuente de grasas monoinsaturadas, que pueden ayudar a reducir el colesterol malo. Sin embargo, también son altas en calorías, por lo que es importante mantener las porciones reducidas.

– Agregue aguacate a ensaladas y emparedados en lugar de aderezo y mayonesa. Es una buena fuente de monoinsaturadas y también es rico en fibra y potasio. Además, agrega sabor y textura a las comidas sin sumar muchas calorías.

– Reemplace la mantequilla y las grasas sólidas por aceite de oliva, de aguacate o de canola. Estos productos son una buena fuente de monoinsaturadas y poliinsaturadas.

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