Gladis, la orca que formó una “pandilla” que ataca veleros en el mar

Las orcas son animales los animales más inteligentes del mar, una cualidad que las hacen destacar en el reino animal. Además, cuentan con una gran fuerza.

Como si de una película de ciencia ficción se tratara, en los últimos meses, se han reportado varios ataques de estas especies ibéricas a embarcaciones que navegan por el estrecho de Gibraltar en Europa, causando daños y sustos a los tripulantes.

¿Qué motiva a estos cetáceos a comportarse de esta manera? ¿Hay alguna orca líder que les está enseñando a atacar? ¿Qué consecuencias puede tener este fenómeno para la convivencia entre humanos y animales marinos?

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Según algunos expertos, una posible explicación es que una orca llamada Gladis, o White Gladis, podría estar detrás de estos incidentes. Gladis es una hembra madura que forma parte de un grupo de nueve orcas que habitan en la zona.

A killer whale, White Gladis, is leading other orcas to attack yachts around Gibraltar, already causing two to sink. Researchers have convinced themselves that she was sweet and loving to humans until rammed by a boat or caught in a fishing net. Now she’s out for vengeance. pic.twitter.com/jJdyYUI1qC

— Mike (@Doranimated) May 24, 2023

Se cree que Gladis sufrió un trauma tras un choque con un barco y que desde entonces ha desarrollado una actitud de venganza contra las embarcaciones, especialmente los veleros. Además, parece que la orca está transmitiendo este comportamiento a otras más jóvenes, que la siguen e imitan en sus ataques.

Los ataques no son aleatorios ni violentos. Han aprendido un modus operandi en el que se enfocan en el timón de los barcos. Una vez que logran detener a las embarcaciones pierden interés en ellas y se retiran.

Durante el mes de mayo, en Gibraltar se han registrado 20 incidentes de este tipo, de los cuales tres ocurrieron en mayo.

Para algunos biólogos, no se trataría de una venganza. Simplemente, estarían jugando o explorando, sin ser conscientes del daño que causan.

Mientras que una tercera corriente apunta a que el comportamiento de las orcas podría estar reaccionando al estrés ambiental, como el ruido o la contaminación, o al cambio climático, que afecta a sus presas y hábitats.

Sea cual sea la causa, lo cierto es que los ataques de las orcas plantean un desafío para la conservación de esta especie amenazada y para la seguridad de la navegación en el estrecho de Gibraltar.

Los investigadores están severamente preocupados, ya que se trata de una especie al borde de la extinción. De acuerdo al último censo realizado este año, tan solo quedan 35 ejemplares, por lo que la población sigue reduciéndose. En 2011 habían 39.