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“La vejez es curable” dice genetista de Harvard

Envejecer es algo natural e inevitable, el destino de todos. Pero según el genetista David Sinclair,  es posible retrasar la vejez  con unos hábitos sencillos para que tengamos una vida más larga y saludable. Sinclair cree que pronto será posible hacer esto también con medicamentos, que aún se están probando para este propósito, y dice […]

Por Allan Brito
“La vejez es curable” dice genetista de Harvard
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Envejecer es algo natural e inevitable, el destino de todos. Pero según el genetista David Sinclair,  es posible retrasar la vejez  con unos hábitos sencillos para que tengamos una vida más larga y saludable.

Sinclair cree que pronto será posible hacer esto también con medicamentos, que aún se están probando para este propósito, y dice que probablemente vayamos a lograr ser capaces de revertir el envejecimiento.

El científico, que tiene un doctorado por la Universidad de Nueva Gales del Sur, en Australia, y un posdoctorado del Instituto Tecnológico de Massachusetts, en Estados Unidos, está a cargo de un laboratorio en la Universidad de Harvard donde investiga por qué envejecemos.

Sinclair ha sido elegido una de las 100 personas más influyentes del mundo por la revista Time y tiene casi 200.000 seguidores en Twitter.

Vejez es igual a enfermedad

El científico también considera que debemos cambiar radicalmente la forma en la que pensamos sobre el envejecimiento: en lugar de considerarlo un proceso común y natural, debemos abordarlo como un enfermedad y, como tal, como algo que se puede tratar o incluso curar.

Sinclair dice que solo con un cambio radical en nuestra perspectiva sobre la vejez la humanidad podrá aumentar significativamente su esperanza de vida.

De lo contrario, dice, los avances médicos nos darán solo un par de años más: “Tenemos que hacerlo mejor”.

“No hay ninguna ley en biología que diga que debemos envejecer”, asegura Sinclair.
Es la activación y desactivación de los 20.000 genes de una célula lo que le dice a esta quién es —es decir, le da su identidad— y cómo se supone que debe funcionar.

Pero con el tiempo, el epigenoma comienza a perder información, como le ocurre a los CD por los rasguños, y las células pierden la capacidad de activar los genes correctos en el momento adecuado. Pierden su función.

Hay cosas que los científicos han descubierto al observar a personas que viven mucho tiempo. Estos incluyen comer los tipos correctos de alimentos (un buen lugar para comenzar sería la dieta mediterránea), comer menos calorías y con menos frecuencia. El ejercicio físico también ayuda.

La dieta mediterránea es un buen punto de partida para una alimentación sana.
Sentir frío o calor, tener hambre y quedarse sin aliento son formas de activar estas defensas.

En la raíz de estas defensas hay un puñado de genes, y hemos estudiado un conjunto de ellos que controlan el epigenoma y se activan con el ejercicio, con el hambre. Por eso creemos que comer lo correcto y ayunar puede ralentizar el reloj de envejecimiento.

El envejecimiento es la causa de la mayoría de las enfermedades, es con mucho la principal causa de enfermedades cardíacas, el alzhéimer, la diabetes…

El ejercicio ayuda a retrasar el envejecimiento.

El envejecimiento es una enfermedad. Resulta que es común, pero el hecho de que algo sea común y natural no lo hace aceptable.
La exclusión actual del envejecimiento como una enfermedad significa que los médicos dudan en recetar medicamentos que potencialmente pueden brindar a las personas muchos años de vida más saludable.

Medicamentos antivejez

Hay moléculas, tanto naturales como sintéticas, que parecen prometedoras para retrasar el envejecimiento y prolongar la vida de los animales e incluso en estudios en humanos.

Y al menos dos de ellas son medicamentos que están en el mercado.

Existe buena evidencia de uno de estos medicamentos, la metformina, que se administra a personas con diabetes tipo 2.

Hay signos prometedores de que las personas con diabetes viven más tiempo que las personas que no padecen esta enfermedad. Un estudio ahora analiza a decenas de miles de personas que han tomado metformina y las tasas de cáncer, enfermedades cardíacas y alzhéimer.

No deberíamos simplemente ralentizar el envejecimiento del corazón y dejar que el cerebro envejezca, porque terminamos con más personas con la enfermedad de Alzheimer.

Necesitamos un enfoque que mantenga saludables todas las partes del cuerpo por más tiempo. Y ese es el enfoque que estoy tomando.

La capacidad de mejorar las defensas naturales del cuerpo contra las enfermedades revolucionaría el mundo y ahorraría miles de millones de dólares en la economía global durante las próximas décadas.

Crearía un mundo que sería tan diferente del de hoy como lo es el nuestro del que existía antes de los antibióticos.

Mi objetivo es hacer que las personas sean más saludables. Y la única forma de fabricar medicamentos es formar equipos para desarrollarlos.

 

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