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Llega Wonder Woman 1984, el único gran espectáculo para las salas de cine

En medio de la crisis del coronavirus, llega a las salas de cine Wonder Woman 1984, el único gran espectáculo cinematográfico de la temporada, reportó elnacional/ Por Redacción Miami Diario Este año se caracterizó por la sequía de estrenos de grandes producciones. En ese sentido, Wonder Woman se considera un gran espectáculo si se mide en […]

Por Allan Brito
Llega Wonder Woman 1984, el único gran espectáculo para las salas de cine
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En medio de la crisis del coronavirus, llega a las salas de cine Wonder Woman 1984, el único gran espectáculo cinematográfico de la temporada, reportó elnacional/

Por Redacción Miami Diario

Este año se caracterizó por la sequía de estrenos de grandes producciones. En ese sentido, Wonder Woman se considera un gran espectáculo si se mide en términos de producción, de acción y de puesta en escena,

Pero tras ver sus dos horas y media, lo que queda es el duelo entre Gal Gadot y Kristen Wiig, dos mujeres tan diferentes que su enfrentamiento podría parecer imposible, pero que son las que realmente sostienen la historia dirigida por Patty Jenkins.

“Cuando Patty me llamó para ofrecerme el papel, dije inmediatamente que sí porque me había encantado la primera película. Fue así de sencillo. Después, cuando leí el guion, me fascinó el alcance de la transformación de mi personaje, lo mucho que cambia y lo malvada que se vuelve. Siempre quise hacer ese tipo de personaje así que para mí fue un sueño poder interpretarlo”, afirma Wiig en las notas de producción de la película.

Ni un revivido Chris Pine ni un rubio Pedro Pascal consiguen hacer sombra a las protagonistas de una película que es la continuación del éxito de 2017 pero que temporalmente se sitúa mucho después. Y que se rodó en Estados Unidos, Inglaterra, Gales y España.

Si la primera Wonder Woman se desarrollaba durante la Primera Guerra Mundial, esta segunda entrega salta al 1984 del título y da mucha importancia a la estética de la época, algo que a Hollywood le encanta pero que resulta repetitivo.

El comienzo de Wonder Woman 1984, que regresa a la infancia de Diana (Gadot), es prometedor y aventura una película que luego resulta totalmente diferente.

Las escenas que recuperan a Connie Nielsen, Robin Wright y el resto de las amazonas, la estirpe de la que procede Diana, son de lo mejor de una película que se pierde en el histrionismo de Pedro Pascal.

El guion, escrito por la directora junto a Geoff Johns y Dave Callahan, se basa en las historias de DC y ahonda un poco más que la entrega anterior en los poderes de Wonder Woman, pero también en sus debilidades.

Cuenta cómo una misteriosa piedra que permite cumplir cualquier deseo desbarata la vida de Diana. Por un lado le posibilita reencontrarse con Steve Trevor (Pine) y por otro pone al mundo en una situación límite que solo puede ser solucionada por Wonder Woman, como ocurre en todas las películas de superhéroes.

Gal Gadot es una perfecta Wonder Woman y le saca todo el partido posible a un personaje que juega demasiado con su aspecto sexy y rompedor frente al inicialmente desaliñado de la doctora Barbara Minerva (Wiig), un cerebro andante que cuando decide pedir un deseo es el de parecerse a Diana.

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