Papa Francisco: Católicos deben maravillarse de ser llamados a participar del plan de Dios

El Papa Francisco indicó que los católicos compartimos la misma misión de los apóstoles hace 2000 años de evangelizar en el mundo, lo cual debería ser un hecho que nos llene de asombro por nuestra responsabilidad.

Durante su misa con el Colegio Cardenalicio continuó diciendo “Seguimos maravillándonos de la insondable decisión divina de evangelizar al mundo entero, comenzando con ese grupo heterogéneo de discípulos, algunos de los cuales, como nos dice el evangelista, todavía dudaban”.

Maravillarnos del plan de Dios

“Sin embargo, si lo pensamos bien, no deberíamos maravillarnos menos si nos miramos a nosotros mismos, aquí reunidos hoy, a quienes el Señor ha dirigido esas mismas palabras. Ese es su mandato”, añadió.

El Sumo Pontífice expresó que debemos maravillarnos, ya que este es un camino de salvación y también mencionó que “Dios lo mantendrá siempre vivo en nuestros corazones, porque nos libera de la tentación de pensar que podemos ‘manejar las cosas’. O de la falsa seguridad de pensar que hoy es algo diferente, ya no como los orígenes”.

“Hoy la Iglesia es grande, sólida y ocupamos posiciones eminentes en su jerarquía… Hay algo de verdad en esto, pero también hay mucho engaño, por el cual el Padre de la Mentira busca hacer a los seguidores de Cristo primero mundanos, luego inocuos”, resaltó.

Durante esta misa con el Colegio Cardenalicio, en la catedral de San Pedro, el decano de esta institución, el Cardenal Giovanni Battista Re, fue el encargado de dirigir esta eucaristía, dónde el Papa denunció que existe un cáncer de mundanalidad espiritual.

De igual forma, un ministro de la iglesia mencionó que “aquel que experimenta asombro ante el plan de Dios y, en ese espíritu, ama apasionadamente a la Iglesia y está al servicio de su misión, donde y como quiera que el Espíritu Santo lo elija”.

Bergoglio recalcó que los católicos deberían maravillarse no solo por el plan de salvación de Dios, sino por el “hecho aún más asombroso” de que Dios los llama a participar en este plan, agregando que para los católicos, existe un “doble misterio de ser benditos en Cristo y de salir con Cristo al mundo”.

“Esta maravilla, no disminuye con el paso de los años; no se debilita con nuestras responsabilidades crecientes en la Iglesia. No, gracias a Dios. Se hace más fuerte y más profunda”, sentenció.

197 cardenales en el consistorio extraordinario

Durante esta liturgia, que además estuvo acompañada de dos días de reuniones a puertas cerradas con el Colegio Cardenalicio, también sirvió para discutir la reforma de la Curia Romana por parte del Papa Francisco, tal como se establece en la constitución Praedicate evangelium .

Durante este consistorio extraordinario participaron 197 cardenales, este sería el primero de este tipo en siete años, donde el Francisco señaló al Santo Papa Pablo VI y su encíclica de 1964 sobre la Iglesia, Ecclesiam Suam .

El Papa recordó que “San Pablo VI amaba a la Iglesia con un amor que es ante todo gratitud, admiración agradecida por su misterio y por el don de ser no solo miembros de la Iglesia, sino implicados en su vida, partícipes y, de hecho, corresponsables para ella”.

“Al comienzo de su encíclica programática Ecclesiam Suam, escrita durante el Concilio [Segundo Vaticano]”, dijo Francisco, “el primer pensamiento que vino a la mente del Papa fue que ‘la Iglesia necesita cultivar una conciencia más profunda de su identidad… su origen y su misión’”, añadió.

“Al respecto, hizo referencia explícita a la Carta a los Efesios, al ‘proyecto providencial del misterio escondido desde los siglos en Dios… para que por medio de la Iglesia… sea dado a conocer’”.

“Este fue el caso del Apóstol San Pablo, como vemos en sus cartas. Su celo apostólico y la preocupación por la comunidad estuvieron siempre acompañados, y de hecho precedido por palabras de bendición llenas de asombro y gratitud: ‘Bendito sea Dios…’”, dijo el Papa Francisco.

“Que así sea también con nosotros”, concluyó. “Que así sea con cada uno de ustedes, queridos hermanos cardenales. Que la intercesión de la Santísima Virgen María, Madre de la Iglesia, obtenga esta gracia para todos y cada uno de nosotros”, concluyó.