Vida saludable

¿Es tóxico el cloro de la piscina para la salud de las personas?

Los bebés y niños pequeños suelen ser los más afectados.

Por Fiorella Tagliafico
¿Es tóxico el cloro de la piscina para la salud de las personas?
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La mayoría de las personas disfruta un buen baño en piscinas, especialmente en los calurosos días de verano. Sin embargo, hay un peligro poco conocido que se encuentra en el agua. Por lo general, se utilizan dos tratamientos principales para higienizar el agua: la sal y el cloro.  

Podrías pensar que si estos productos se utiliza para desinfectar el agua y garantizar su salubridad, ¿cómo pueden ser perjudiciales para nuestra salud? ¿Estamos nadando en aguas tóxicas? El problema radica en que no todas las personas y dueños de piscinas se documentan bien sobre los riesgos que conlleva un tratamiento incorrecto. Esto puede ir desde enfermedades respiratorias y alergias hasta daños en nuestra piel y cabello.

De acuerdo con un estudio de la Sociedad Española de Inmunología, Alergología y Asma, estos productos provocarían efectos nocivos si son utilizados de manera indiscriminada. 

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La introducción del cloro en las piscinas se remonta a décadas atrás, cuando se descubrió su efectividad para eliminar bacterias y mantener el agua impecable. Este desinfectante potente que mata los gérmenes y evita el crecimiento de organismos en el agua, también puede afectar de forma negativa.

Algunos expertos sugieren que la exposición al cloro puede irritar la piel y los ojos, causar problemas respiratorios e incluso puede ser fatal para los bebés y niños pequeños. A estos les gusta dar manotadas en el agua, y al salpicar pueden tragársela, lo que conlleva un peligro mayor.

Cloramina: enemigo desconocido en la piscina

Este elemento químico se combina con otras sustancias orgánicas (como la orina, el sudor, el bloqueador solar o los cosméticos) presentes en el agua de la piscina, y forma subproductos de infección, como las cloraminas. Estas bacterias son las que provocan irritaciones en los ojos, la piel y las vías respiratorias. 

Para la piel y el cabello también implica daños, como por ejemplo ocasiona la resequedad que luego no sabemos por qué la estamos padeciendo. Podría ser por pasar demasiado tiempo en las piscinas. 

Es importante mencionar que los efectos negativos del cloro en nuestra salud pueden variar dependiendo de su concentración en el agua, la duración de la exposición y la sensibilidad individual de cada persona. 

Cuando el olor a cloro es muy fuerte, lo recomendable es no meterse en la piscina. Foto: Unsplash / Rawpixel

Uno de los problemas respiratorios más comunes asociados al cloro en piscinas es la irritación de las vías respiratorias. Cuando nadamos en agua clorada, el producto se evapora y lo inhalamos sin darnos cuenta. 

Estos vapores erosionan las paredes de los pulmones, los ojos y las vías respiratorias, causando dificultad para respirar, tos, sibilancias y sensación de opresión en el pecho. Esto es especialmente preocupante para niños y personas con enfermedades respiratorias preexistentes.

Si la piscina es techada, la ventilación de la instalación puede ser otro problema debido a que concentra aún más el producto químico.

La cloramina se desprende al entrar el cloro en contacto con otras sustancias. Foto: Unsplash / Raphael Biscaldi

Medidas de precaución

Una forma de reducir la exposición al cloro es limitando el tiempo que pasamos en estos espacios. Cuanto más tiempo estemos expuestos al agua clorada, mayor será la cantidad de este químico que absorbemos a través de la piel y los pulmones. 

Otra opción es buscar piscinas alternativas que utilicen sistemas de desinfección diferentes al cloro. Algunas piscinas utilizan sistemas de ozono, rayos ultravioleta o sales minerales, que pueden ser más amigables para nuestro organismo.

Los ojos se irritan cuando entran en contacto con el cloro. Foto: Freepik

Si no es posible ninguna de las anteriores, puedes tomar medidas para minimizar su impacto: Después de salir de la piscina, dúchate con agua caliente y jabón para eliminar cualquier residuo de cloro en tu piel. Además, considera utilizar gafas de natación para proteger tus ojos y una gorra para cubrir tu cabello.

Aplica una crema hidratante para mantener tu piel humectada y utiliza un champú suave. Así podrás estar lista y segura para lanzarte un clavado tras otro. 

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