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Prosopagnosia: Cuando no reconocemos la cara de nuestros seres queridos

La prosopagnosia es un tipo específico de agnosia visual que se caracterizada por la incapacidad para reconocer rostros que nos son familiares e incluso, en los casos más graves, el paciente puede no reconocerse a sí mismo en un espejo o en una fotografía. Los afectados por esta enfermedad cerebral pueden identificar un rostro como tal […]

Por Allan Brito
Prosopagnosia: Cuando no reconocemos la cara de nuestros seres queridos
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La prosopagnosia es un tipo específico de agnosia visual que se caracterizada por la incapacidad para reconocer rostros que nos son familiares e incluso, en los casos más graves, el paciente puede no reconocerse a sí mismo en un espejo o en una fotografía.

Los afectados por esta enfermedad cerebral pueden identificar un rostro como tal

Los afectados por esta enfermedad cerebral pueden identificar un rostro como tal y saben que existe una diferencia entre dos rostros, pero no pueden reconocer ni identificar de quién se trata.

Brad Pitt admitió en una reciente entrevista que cree que sufre de prosopagnosia o ceguera facial, un raro trastorno que se caracteriza por la incapacidad de reconocer el rostro de las personas.

El ganador del Oscar por “Érase una vez en Hollywood” dijo a la citada publicación que tiene dificultades para reconocer a las personas y le preocupa que su trastorno haya llevado a que las personas lo vean como “distante, inaccesible”, reportó Quien.

En muchos casos, la persona afectada hace una análisis deductivo de la persona para tratar de identificarla a través de rasgos característicos como son la forma o color del pelo, la presencia de alguna cicatriz o lunar, determinadas expresiones faciales, etc.

En el caso de la prosopagnosia, los pacientes son capaces de ver una cara como tal y decir que ese objeto que está delante de sus ojos es una cara, pero no son capaces de decir a quién pertenece.

Son capaces de ver todos los rasgos faciales por separado pero esos rasgos nunca se funden o integran como un todo. Su cerebro no es capaz de procesar la información que le envían los ojos, es como si hubiera una desconexión. En los casos más graves, el enfermo no se reconoce a sí mismo.

Las personas que sufren de prosopagnosia aprovechan el que puedan ver con normalidad los rasgos fáciles por separado para deducir a quién pertenece.

Una gran barba, una cicatriz, un lunar, el peinado…son rasgos que pueden orientarles en el proceso de reconocimiento de esa persona. También la voz, el movimiento, el olor o la forma de vestir son pistas que el paciente con prosopagnosia utiliza para facilitar el reconocimiento.

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