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Rusia y Kiev se acusan de bombardear prisión con reos ucranianos

Rusia y Ucrania se acusaron mutuamente el viernes de cañonear una prisión en una región separatista del este de Ucrania. Se trata de un ataque en el que supuestamente murieron decenas de prisioneros de guerra ucranianos Se trata de un ataque en el que supuestamente murieron decenas de prisioneros de guerra ucranianos capturados tras la caída […]

Por Allan Brito
Rusia y Kiev se acusan de bombardear prisión con reos ucranianos
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Rusia y Ucrania se acusaron mutuamente el viernes de cañonear una prisión en una región separatista del este de Ucrania.

Se trata de un ataque en el que supuestamente murieron decenas de prisioneros de guerra ucranianos

Se trata de un ataque en el que supuestamente murieron decenas de prisioneros de guerra ucranianos capturados tras la caída de Mariúpol, la ciudad en la que las tropas resistieron célebremente un asedio ruso de un mes de duración.

Por su parte, el Comité Internacional de la Cruz Roja, que ha organizado las evacuaciones de civiles durante la guerra y ha trabajado en la supervisión del trato que ambas naciones ofrecen a los prisioneros de guerra rivales, dijo que solicitó acceso a la prisión “para determinar el estado y la salud de todas las personas presentes en el lugar en el momento del ataque”.

“Nuestra prioridad en este momento es asegurar que los heridos reciban tratamiento para salvar sus vidas y que los cadáveres de quienes la perdieron sean tratados de forma digna”, apuntó la Cruz Roja en un comunicado, reportó DiariolasAmericas.

Siguen los ataques

Rusia atacó varias localidades en el sur y este de Ucrania, causando la muerte de al menos una persona en Mikolaiv y destruyendo una escuela en Járkov, anunciaron este sábado las autoridades ucranianas.

Un civil falleció y otros seis resultaron heridos tras un bombardeo durante la madrugada del sábado en una zona residencial de Mikolaiv, donde varios edificios fueron dañados, explicó el gobernador regional Vitali Kim en Telegram.

En Járkov, la segunda ciudad de Ucrania, tres misiles S-300 golpearon también en la madrugada un centro educativo que se incendió, notificó el alcalde la ciudad, Igor Terekhov.

El inmueble principal fue destruido, según Terekhov, que publicó fotografías de la escuela en llamas también en su canal de Telegram. Hasta el momento, se desconoce cualquier información de si hay bajas mortales.

El gobernador de la región de Járkov, Oleg Sinegubov, precisó que al menos cinco misiles S-300 cayeron durante la noche en la ciudad.

En la región de Donetsk, en el epicentro de la ofensiva rusa en el este, la estación de autobuses y los edificios cercanos resultaron afectados por un ataque en Sloviansk, informó el gobernador regional Pavlo Kyrylenko.

En Siversk, un centro de servicios sociales fue dañado sin causar víctimas.

Busca anular a Ucrania del mapa mundial

La embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas afirmó el viernes que ya no debería haber duda de que Rusia tiene la intención de desmantelar Ucrania “y disolverla del mapa mundial por completo”.

Linda Thomas-Greenfield dijo ante el Consejo de Seguridad de la ONU que Washington está observando cada vez más indicios de que Rusia está sentando las bases para tratar de anexionarse las provincias de Donetsk y Luhansk, en el este de Ucrania, y las regiones de Jersón y Zaporiyia, en el sur, incluyendo el nombramiento de “funcionarios apoderados ilegítimos en las zonas controladas por Rusia, con el objetivo de celebrar falsos referéndums o decretos para unirse a Rusia”.

El ministro ruso de Exteriores, Sergey Lavrov “ha llegado a afirmar que este es el objetivo de la guerra” del Kremlin, agregó.

Lavrov señaló el domingo durante una cumbre árabe celebrada en El Cairo que el objetivo de Moscú en Ucrania es liberar a su pueblo de un “gobierno inaceptable”.

En una aparente sugerencia de que el objetivo bélico de su país va más allá de la región industrial del Donbás, formada por Donetsk y Luhansk, Lavrov dijo: “Ayudaremos al pueblo ucraniano a deshacerse del régimen, que es absolutamente antipopular y antihistórico”.

El embajador adjunto de Rusia ante la ONU, Dmitry Polyansky, afirmó el viernes en el Consejo de Seguridad que “la desnazificación y la desmilitarización de Ucrania se llevará a cabo por completo”.

“Ya no debe haber más una amenaza de este tipo para el Donbás, ni para Rusia, ni para los territorios ucranianos liberados donde, por primera vez en varios años, la gente puede sentir finalmente que pueden vivir como quieren”, indicó.

Polyansky advirtió también a las naciones que envían artillería de largo alcance y proyectiles MLRS tierra-tierra que están desplazando “la línea de seguridad provisional” aún más hacia el oeste, “y al hacerlo aclaran aún más las metas y objetivos de nuestra operación militar especial”.

Thomas-Greenfield criticó a los países que dicen que “la seguridad de una nación no debería producirse a expensas de la de otra”, preguntándoles cómo califican la invasión rusa de Ucrania. Aunque no nombró a ningún país, esta es una afirmación muy repetida por China, que su embajador adjunto ante el organismo internacional, ONU, Geng Shuang volvió a pronunciar el viernes.

La enviada estadounidense mencionó la existencia de evidencia sobre las crecientes atrocidades, como los supuestos bombardeos de escuelas y hospitales, “el asesinato de cooperantes y reporteros, los ataques a civiles que tratan de huir, la brutal ejecución” de residentes en Bucha, un suburbio de la capital ucraniana, Kiev, donde, según las autoridades locales, cientos de personas fueron asesinadas durante la ocupación rusa.

Según Thomas-Greenfield, hay pruebas de que las fuerzas rusas “han interrogado, detenido por la fuerza y deportado a unos cientos de miles de ciudadanos ucranianos, incluyendo menores, apartándolos de sus casas y enviándolos a regiones remotas del este”.

Casi dos millones de refugiados ucranianos han sido enviados a Rusia, según funcionarios ucranianos y rusos. Kiev presenta estos viajes como traslados forzosos a suelo enemigo, lo que se considera un crimen de guerra. Pero Moscú dice que se trata de evacuaciones humanitarias de víctimas de guerra que hablan ruso y están agradecidas por tener un nuevo hogar.

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