Conoce la increíble mansión de la que Luis Suaréz se despide al dejar el FC. Barcelona

Urbanizaciones de lujo, mansiones de ensueños, espacios únicos y cientos —o miles— de metros cuadrados hechos a medida para su disfrute y comodidad. Así son las espectaculares casas en las que viven los jugadores del FC Barcelona, ubicadas, sobre todo, en las exclusivas y ricas zonas Castelldefels, Gavà, Esplugues o Pedralbes.

Por Redacción Miami Diario

Es mundialmente conocido la estrecha relación que mantienen Luis Suárez y Leo Messi. Son íntimos amigos y en su día a día comparten infinidad de momentos tanto dentro como fuera del terreno de juego. Viven muy cerca el uno del otro, sus mujeres también se hicieron muy amigas y hasta sus hijos van al mismo colegio.

Cuando Luis Suárez fichó por el FC Barcelona, estuvo viviendo de alquiler en Gavà Mar por unos 12.000 euros al mes. Mientras residía ahí, se compró la mansión de Castelldefels por algo más de 2,5 millones de euros y la reformó para ponerla a su gusto y disfrutar aún más de unas vistas envidiables.

Piscina con jacuzzi, gimnasio, sala de cine y amplias estancias para la comodidad y el ocio de él, su mujer, Sofía Balbi, y sus hijos: Delfina, Benjamín y el pequeño Lautaro. Por cierto, su hija toca el piano y sus padres le compraron uno precioso de cola para que siga mejorando y aprendiendo.

Suárez compró la propiedad, en 2015, tras desembolsar $3.6 millones de dólares, pero no lo hizo para habitarla de inmediato, sino que la derribó y construyó una nueva a su gusto y al de su familia, en la que pudiera gozar de una privacidad envidiable.

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La casa del ahora exjugador del Barcelona tenía una extensión de 12 mil 300 pies cuadrados y se ubicaba en un terreno de 15 mil 600 pies cuadrados. Su precio estimado sería de $5 millones de dólares.

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Estaba distribuida a lo largo de dos plantas y contaba con todo lo necesario para que él, su esposa, Sofía Balbi y sus hijos, Delfina, Benjamín y Lautaro, pudieran pasar horas de mucha diversión.

También contaba con un gimnasio, en el que Suárez se solía poner en forma en sus días de descanso.

Al exterior, además de extensas áreas verdes, la residencia contaba con un par de piscinas, una para los adultos, mientras que la otra era para los integrantes más pequeños de la familia.

Fuente: La Opinión

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