Delivery fue detenido por llevar en su bolso… ¡una momia!

Las momias han formado parte de la historia por muchos siglos y gracias a su preservación podemos conocer información importante sobre la vida, dieta, salud y técnicas de diferentes épocas y culturas. Pero principalmente forman parte del patrimonio cultural de un país, por eso son bienes conservados en museos, cementerios, tumbas y lugares religiosos que guardan gran misticismo y respeto.

Pero… ¿y si se encontrara en un bolso de un repartidor? Precisamente este fue el descubrimiento que sorprendió a las autoridades en la región de Puno en Perú, un lugar cercano a Bolivia. El Grupo Terna de la Policía Nacional del Perú (PNP) intervino a tres jóvenes que estaban ingiriendo alcohol en el mirador de la localidad. Por esto decidieron revisarlos, y al hacerlo, se encontraron con un hallazgo particular.

Dentro del bolso, con el que realizaba el reparto de los pedidos, el joven llevaba una momia prehispánica. El delivery aseguró que había compartido su habitación con la momia vendada durante mucho tiempo, por lo que la consideraba como su “novia espiritual”.

La momia no era lo que parecía ser

El individuo explicó que guardaba los restos en la bolsa para enseñárselo a sus amigos. Y aseguró que “Juanita”, como había apodado a la momia, era propiedad de su padre. Pero no le explicó a la policía cómo había llegado a sus manos.

Tras ser decomisada, los expertos verificaron la legitimidad del patrimonio cultural y determinaron que “Juanita” realmente era un varón adulto que tenía entre 600 y 800 años.  Según los datos aportados, el hombre momificado tenía más de 45 años cuando murió y medía 5.11 pies de altura.

La policía encontró a la momia envuelta en vendas en posición fetal, una forma típica de los enterramientos prehispánicos de la zona del país.

Delito patrimonial

La policía incautó  a la momia y  el Ministerio de Cultura de Perú dispuso de inmediato la custodia de los restos con el fin de proteger y preservar el patrimonio del país.

El responsable podría ser procesado por el delito de extracción ilegal de bienes culturales, el cual tiene una pena de entre 2 y 5 años.

Medios locales informaron que la momia pudo estar en posesión de la familia de generación en generación por más de 30 años.

Además, el sujeto le comentó a las autoridades que se la había ofrecido anteriormente al museo de la ciudad a cambio de dinero pero el intercambio nunca se concretó.