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El “Dalí de América”y pintor español, Antonio Otazzo, fue asesinado en Venezuela

El polifacético artista plástico, muralista y escultor Antonio Otazzo, nativo de Tenerife, islas Canarias, fue asesinado en la tarde de este viernes en su casa en Venezuela, donde vivía desde hace 60 años, confirmaron fuentes policiales. Por Redacción Miami Diario El muralista fue encontrado muerto en su casa del centro de Cagua, ciudad del estado […]

Por Allan Brito
El “Dalí de América”y pintor español, Antonio Otazzo, fue asesinado en Venezuela
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El polifacético artista plástico, muralista y escultor Antonio Otazzo, nativo de Tenerife, islas Canarias, fue asesinado en la tarde de este viernes en su casa en Venezuela, donde vivía desde hace 60 años, confirmaron fuentes policiales.

Por Redacción Miami Diario

El muralista fue encontrado muerto en su casa del centro de Cagua, ciudad del estado Aragua, por unos amigos. Poco antes una pareja sospechosa fue vista por transeúntes en las puertas de la residencia, dijeron vecinos.

Según dijeron testigos, Otazzo le abrió la puerta de su casa a la pareja de aparentes mendigos que llevaban un coche, o carrito de bebé,  y un niño en brazos. Se trataba en realidad de una coartada para robar la residencia.

Los delincuentes fueron sorprendidos cuando intentaban llevarse el vehículo de Otazzo, cargado con varios artículos y electrodomésticos. El hombre logró huir y la mujer fue capturada en el interior de la vivienda. Otazzo yacía en el sueño, herido a puñaladas y golpes.

Otazzo, una persona muy querida en la peligrosa Cagua y todo el estado Aragua, ha sido más reconocido fuera de Venezuela que dentro de este malogrado país.

Nacido en las islas Canarias y con seis décadas viviendo en el país criollo, Otazzo deja tras de si una poderosa obra, que se exhibe en su natal La Orotava, tras la donación que el propio pintor y escultor realizó al municipio canario ante el riesgo de perderlas en Venezuela.

Más de 400 cuadros, 30 esculturas y 500 laminas, al margen de su biblioteca personal, regresaron a las islas hace tres años con el objetivo de ponerlas a salvo ante el derrumbe revolucionario.

Este autor protagoniza una portentosa obra, cercana al surrelismo, en busca de la innovación. Y con la sátira, siempre presente en sus escritos, de compañera de viaje. En Autorretrato de Otazzo, el canario plasmó cómo se veía a sí mismo, original y no estrafalario, perseguido por Picasso en sus sueños. El malagueño, confesó Otazzo, le insistía para que no abandonara su constante revolución y sus códigos siempre rebeldes.

Fuente: El Mundo

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