Miami

Enfermera de Miami culpable de hacer la gran estafa en Medicare: Robó $1.6 millones

La mujer estaba asociada con un grupo de laboratorios como parte de una trama de corrupción estatal.

Por Angel David Quintero
Enfermera de Miami culpable de hacer la gran estafa en Medicare: Robó $1.6 millones
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A menudo, las personas acuden al médico para tratar alguna dolencia o malestar y confían en que están en manos de profesionales honestos. Aunque la mayoría de las veces esto es así, cada cierto tiempo aparecen personas inescrupulosas que buscan enriquecerse de manera ilícita con los más necesitados, incluso en centros de salud.

¿Qué ocurre cuando laboratorios corruptos, proveedores de telemedicina inescrupulosos y una enfermera sin remordimiento conspiran para estafar al estado? La lamentable respuesta a esta pregunta es que pueden lograr fraudes por más de $200 millones de dólares.

Esta historia comenzó en abril de 2020, una época turbulenta para la medicina mundial por la pandemia de Covid-19. En ese momento, una empresa de telemedicina contactó a la enfermera practicante de Homestead, en Miami-Dade, Elizabeth Hernández, de 45 años, para lo que sería una trampa que la convertiría en millonaria en pocos meses.

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Debido a la emergencia mundial, el seguro público Medicare había otorgado varias concesiones extraordinarias a los servicios de telemedicina. El objetivo era que tuvieran la capacidad de cubrir las necesidades médicas de las personas desde sus casas, ante el colapso de los hospitales.

El trabajo de la mujer era persuadir a todos los pacientes a que se hicieran exámenes en los laboratorios de la trama. Foto: Freepik

Aprovechándose de esto, un grupo de laboratorios ubicados en diferentes estados del país quisieron enriquecerse ilícitamente desfalcando a Medicare. La tarea de Elizabeth era muy fácil, debía atender pacientes por tele consultas y mandarlos a los laboratorios asociados con la estafa.

¿Cuál era el fraude? Que la enfermera los enviaba a hacerse pruebas genéticas para detectar cáncer y a comprar todo tipo de aparatos ortopédicos que eran completamente innecesarios para los enfermos.

En un principio parecía el engaño perfecto. El dinero no provenía de las personas que atendía, sino del Medicare. Así que su trabajo era convencerlos de que pudieran tener cáncer y debían hacerse los exámenes.

Desde abril hasta noviembre de 2020, la vida de Elizabeth cambió por completo. Sus jefes habían ganado un total de $200 millones, de los cuales $1,6 millones le correspondieron a ella, por ser la mejor empleada.

En tan solo 8 meses, logró ganar lo que cualquier doctor tardaría años en reunir. El Departamento de Justicia detalló que su vida dio un vuelco de 180 grados: se compró una casa nueva, un vehículo, joyas y realizó diferentes viajes.

¿Cómo descubrió la policía lo que ocurría?

La avaricia de esta enfermera, o su dedicación en la estafa de acuerdo como se vea, fue su perdición. Los investigadores descubrieron que en 2020 ordenó más pruebas genéticas relacionadas con la detección del cáncer que cualquier otro profesional en los Estados Unidos, incluyendo oncólogos y genetistas.

A partir de ese momento, el FBI comenzó una indagación que los llevó hasta Panda Conservation Group, una empresa con sede en Texas que estaba asociada con otros dos laboratorios médicos, Holdings y Growthlogix. Por este caso detuvieron en mayo de 2021 a 14 personas, acusadas entre otras cosas, de fraude en la atención médica.

En el caso de Elizabeth, se descubrió que muchas veces firmaba órdenes médicas, dando fe de que había atendido a decenas de pacientes, que en realidad, ni siquiera conoció.

Este jueves, 21 de septiembre, un jurado federal de Miami la declaró culpable por varios cargos, entre los que se encuentra el de conspiración en materia de atención médica. Está previsto que le dicten su sentencia el próximo 14 de diciembre y podría enfrentar hasta 20 años de prisión.

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