Destacado, Tecnología

Conoce la bóveda bajo tierra que protege 5000 especies del apocalipsis

En Corea del Sur justo en el túnel de una montaña se encuentra una bóveda diseñada para resistir tanto una explosión nuclear como un terremoto, donde se resguardan las semillas de casi 5.000 plantas silvestres para protegerlas ante el cambio climático, una catástrofe natural o posible una guerra. Organismos internacionales como la ONU han advertido […]

Por Allan Brito
Conoce la bóveda bajo tierra que protege 5000 especies del apocalipsis
Facebook Twitter Whatsapp Telegram

En Corea del Sur justo en el túnel de una montaña se encuentra una bóveda diseñada para resistir tanto una explosión nuclear como un terremoto, donde se resguardan las semillas de casi 5.000 plantas silvestres para protegerlas ante el cambio climático, una catástrofe natural o posible una guerra.

Organismos internacionales como la ONU han advertido que la extinción de especies, sobre todo vegetales, avanza a un ritmo alarmante debido al crecimiento demográfico, la contaminación, el calentamiento global y la deforestación, entre otros motivos.

Por eso el Baekdudaegan National Arboretum Seed Vault Centre, a 200 km al sureste de Seúl, se ha propuesto proteger las plantas silvestres antes de que desaparezcan.

Un túnel de hormigón, ubicado a una distancia de 8 pisos bajo la superficie es el corredor de acceso a la cámara donde se resguardan las semillas

Este centro de investigación protege cerca de 100.000 semillas de4751 especies para que no desaparezcan “en caso de un suceso apocalíptico”, explica su director Lee Sang-yong.

Esta “cámara acorazada” es una de las dos únicas de este tipo, junto con el “Arca de Noé vegetal” en una montaña cerca de Longyearbyen, en el archipiélago noruego de Svalbard. Al contrario de los cientos de bancos de semillas existentes en todo el mundo, donde las simientes se pueden utilizar, las almacenadas en la “cámara blindada” surcoreana no saldrán de allí, salvo como último recurso.

Bonghwa, Corea del Sur. un túnel de montaña surcoreano como refugio de último recurso para miles de plantas

La bóveda en Corea del Sur fue concebida como una instalación segura conectada con el NIS, los servicios de inteligencia surcoreanos. El edificio con forma de semilla se construyó en una zona recóndita y está rodeado por alambre de púas y vigilado por decenas de cámaras y patrullas policiales. Y parte de lo que contiene no se puede fotografiar.

Una vez en el interior, hay que tomar un ascensor que baja a una profundidad de unos ocho pisos, hasta un túnel de hormigón que da a dos robustas puertas de acero, por las que se entra a almacenes donde la temperatura se mantiene a -20 ° C y 40% de humedad.

La mayoría de las muestras son de plantas que se encuentran en la península. Pero, con una capacidad de dos millones de semillas, el lugar ofrece sus servicios a otros países.

Pese a que el Sur fue invadido por el Norte en 1950 y vive bajo la amenaza de los programas nucleares de Pyongyang, varios países como Kazajistán y Tayikistán han decidido almacenar sus semillas allí.

La cámara soporta terremotos y una agresión nuclear

 “La cámara acorazada está destinada a impedir la extinción de las plantas, así que lo ideal sería que las semillas nunca tuvieran que salir”, recuerda Lee.

Según él, la instalación fue construida en el lugar “más seguro” del país y es capaz de soportar un terremoto de magnitud 6,9 y hasta un ataque nuclear.

La bóveda de estas características más grande del mundo y sin duda la más conocida es el “Arca de Noé vegetal” en Spitsbergen, a 1300 kilómetros del Polo Norte. Se inauguró en 2008 y contiene más de un millón de muestras de todo el mundo, sobre todo semillas, para preservar las plantas que pueden alimentar un planeta cada vez más poblado y más cálido.

Pero los expertos piden que no se olviden las plantas silvestres, la fuente de todas las que los seres humanos consumimos hoy.

Las semillas solo pueden ser retiradas de la cámara donde se encuentran en caso de extrema necesidad, luego de una catástrofe humanitaria global

 

En un informe de 2019, la ONU estimó que especies silvestres de la familia de las semillas que se consumen actualmente, y que probablemente propongan una diversidad genética crucial, no se protegen lo suficiente, detalla la agencia AFP.

La investigación sobre las especies silvestres escasea, afirma Na Chae-sun del Arboretum Nacional Baekdudaegan. Ella y su equipo recolectan las muestras y las someten a un meticuloso proceso de archivo que incluye radiografías y pruebas de plantación, antes de que las semillas se almacenen en la cámara blindada.

”Algunos se preguntan por qué nos preocupamos por estas flores silvestres que crecen en la cuneta”, dice. ”Nuestro trabajo es identificarlas una por una y decirle a la gente por qué son importantes. Porque las plantas que comemos vienen quizá de esta flor sin nombre en la cuneta”.

Relacionados