La semana pasada, el Centro de Política de la Universidad de Virginia lanzó su primera “Bola de Cristal de Sábato” para la carrera presidencial de 2020.
Por Redacción Miami Diario
Su primer análisis muestra que el presidente Donald Trump encabeza la lista en Florida, incluso si la carrera comenzara como un tiroteo.
La bola de cristal estima que Trump arranca en los estados con 248 votos de los colegios electorales asegurados, mientras que los demócratas lideran los estados con 244 votos.
De acuerdo con la Bola de Cristal, los demócratas pueden contar con 183 votos seguros de los colegios electorales, mientras que Trump puede contar con 125.
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Sin embargo, solo 61 votos de los colegios electorales pertenecen a los estados que apoyan a los demócratas, mientras que 123 están en los estados que apoyan al Partido Republicano, incluida Florida. “Las omisiones de la categoría de lanzamiento inicial que los lectores pueden encontrar más sorprendentes son Florida y Michigan”, escribió Kyle Kondik, el editor gerente de la bola de cristal de Sábato. “Con un índice de aprobación del 40% y con un índice de desaprobación por encima del 50 por ciento, sería fácil decir que el Presidente Trump se las verá difícil en su posible reelección.
El presidente ganó poco por poco en 2016 y lo hizo mientras perdía el voto popular nacional; logró que su coalición nacional fuese precaria.
Ha hecho poco para atraer a las personas que no votaron por él, y un demócrata que sea capaz de sumarse los votos de los desaparecidos de Trump lograría expulsarlo del poder. Sería expulsado del poder a menos que el presidente en ejercicio pueda mejorar sus números de aprobación de manera considerable.
“Al mismo tiempo, la estrategia de primera base del presidente podría hacerle ganar nuevamente la Casa Blanca, en gran parte por su fuerza en la única región de swing que aún queda en la nación, el Medio Oeste”, agregó Kondik. “Él es un titular y los titulares son históricamente difíciles de vencer. Sin embargo, el respetado modelo de “Time for Change” del columnista principal de Alan Ball, Alan Abramowitz, que proyecta la votación presidencial bipartidista, estima que Trump cuenta con el 51,4 por ciento de la votación, según las medidas más recientes de aprobación presidencial y el crecimiento trimestral del PIB. (La proyección oficial del modelo se basa en las cifras del verano de 2020).
Podría decirse que el estado de la economía es el factor más importante: si las percepciones de su fortaleza siguen siendo decentes, Trump podría ganar otro mandato.
Si hay una recesión, es probable que sus probabilidades disminuyan considerablemente.
Mientras tanto, no es un hecho que el candidato demócrata pueda consolidar los votos de los desaparecidos de Trump, especialmente si un candidato de un tercer partido (¿Howard Schultz?) se coma el voto anti-Trump.
Tal como está el estado de la economía el próximo año seguirá siendo incognoscible, al igual que la identidad del retador de Trump (es muy probable que el propio Trump sea el candidato del Partido Republicano, aunque siempre existe la posibilidad de que alguien más pueda reemplazarlo) “.
Llamando a la Florida un “estado de buena fe”, Kondik señaló la victoria de Rick Scott sobre el senador estadounidense Bill Nelson, demócrata por Florida, como prueba de que el Estado del Sol se inclina más hacia el Partido Republicano. “Sabemos que Nelson era un titular débil cuya edad quedaba en evidencia. “Rick Scott fue un rival inusualmente fuerte y bien financiado en un año como el 2018”, escribió Kondik. “Sin embargo, la victoria de Scott fue una de las grandes rarezas electorales en la historia de las elecciones electorales a medio plazo.
Como señaló Alan Abramowitz después de la elección, el desempeño de Scott en Florida fue sobresaliente: fue el único estado en el que su modelo básico predijo los resultados del Senado en 2018, basándose en la inclinación y la incumbencia partidistas de un estado. Ello mostró que el Partido Republicano debió haber perdido, pero no lo hizo.
“En esta década, Florida ha presentado dos concursos presidenciales, tres elecciones para gobernador y una para el Senado, cada una decidida por un margen de 1.2 puntos o menos.
Los republicanos ganaron todas menos una de esas carreras. “¿Los demócratas simplemente tienen mala suerte o el Partido Republicano tiene una ventaja muy pequeña pero constante en la Florida?”, agregó Kondik. “Pa
Kondik enumeró cuatro estados (Arizona, New Hampshire, Pennsylvania y Wisconsin) como disparos con 46 votos de los colegios electorales. Para ganar la presidencia, un candidato necesita 270 votos de los colegios electorales.
Con información de: FloridaDaily
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