Curiosidades

¿Recuerdas al niño que fumaba 40 cigarros diarios?… Así luce hoy día

Actualmente tiene 14 años y ha tenido que someterse a la ayuda de profesionales para mejorar su salud

Por Allan Brito
¿Recuerdas al niño que fumaba 40 cigarros diarios?… Así luce hoy día
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Es probable que hayas visto su video, o te hayas topado con una de sus fotos en una página de memes, o incluso sea parte de tu colección de stickers. Lo cierto es, que con apenas cuatro años de edad, el joven Aldi Rizal se hizo viral cuando fue retratado fumando. Por aquel entonces llegó a consumir hasta 40 cigarros al día, hoy es una de las personas más jóvenes en rehabilitación.

Han transcurrido 13 años después de ese episodio y ya siendo un adolescente, Rizal ha podido controlar esta adicción. El oriundo de Indonesia ha tenido que someterse a la ayuda de profesionales para mejorar su salud.

El Ministerio de Salud de su país ha tomado cartas en el asunto en un caso que tomó un cariz internacional. El responsable del perverso hábito, al parecer, fue su propio padre quien lo indujo en el terrible vicio.

Una lucha que aun cobra factura

Después de que las imágenes de Aldi dieran la vuelta al mundo, sus padres y él buscaron ayuda. Fue así como tres años después, el pequeño comenzó su proceso de rehabilitación junto al psicólogo infantil, el Doctor Seto Mulyadi.

Con la viralización del video, Diana fue acusada de ser una mala madre, tanto como por dejar a su hijo fumar cigarrillos como por la notable obesidad que tenía el infante. Pero lo que no sabían es que, si ella le prohibía fumar o comer, Aldi atentaba de alguna forma contra sí mismo.

“Lo primero que hice fue confiscar los cigarrillos y él hacía una rabieta. Empezó a golpearse la cabeza, e incluso se apuñaló en la rodilla con un cuchillo”, explicó. La mujer intentó de todas las formas quitarle los cigarros a su hijo, pero fue una lucha en vano hasta que comenzó la terapia con Muyaldi.

Además, el problema de obesidad que ya tenía desde los dos años, estaba ligado con su adicción y posteriormente empeoró debido a la ansiedad que le provocaba el dejar de fumar. Según lo que contó Diana, la madre del niño, Aldi podía llegar a comerse hasta tres muslos de pollo, dos tazones de sopa de albóndigas, y una lata de leche condensada en una sola comida.

“Comía mucho cada vez que tenía ganas de fumar”, explicó. Aun así, esto cambió cuando entró al colegio. Sus padres le enviaban una gran lonchera, ya que si no comía lo que quería no sólo hacía una gran rabieta, sino que también amenazaba con escaparse de casa. Pero cuando sus compañeros se burlaron de él por la cantidad de comida que llevaba, decidió reducir sus porciones.

Ahora, el joven chico de primaria se encuentra en una dieta estricta a base de pescado y verduras con el fin de recuperar su peso normal, así como busca promover los hábitos de vida saludable y, a su vez, da entrevistas advirtiendo lo complicado que es dejar este tipo de productos.

Con información de El Tiempo

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