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Veteranos de guerra indocumentados podrían solicitar la ciudadanía

La oficina del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) ha emitido una nueva guía escrita que amplía la elegibilidad para la ciudadanía de los veteranos de guerra que se enfrentan a la deportación, así como de cientos que ya fueron expulsados del país. El memorando, fechado el 12 de noviembre, es parte […]

Por Allan Brito
Veteranos de guerra indocumentados podrían solicitar la ciudadanía
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La oficina del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) ha emitido una nueva guía escrita que amplía la elegibilidad para la ciudadanía de los veteranos de guerra que se enfrentan a la deportación, así como de cientos que ya fueron expulsados del país.

El memorando, fechado el 12 de noviembre, es parte de una iniciativa “para eliminar las barreras a la naturalización“.

La nueva ‘ alerta de política’ responde al caso de un ex infante de marina de Florida, Paul Canton, que se alistó en 1991 que se alistó en 1991 con la esperanza de convertirse en ciudadano estadounidense.

Tras casi 37 años en Estados Unidos, se enteró de que era indocumentado todavía y se enfrentaba a la deportación. “Ha sido un infierno”, dijo Canton por teléfono a Univision Noticias el miércoles, cuando aún estaba asimilando la noticia. “Es difícil hacerme a la idea. ¿Es real o no?”, añadió.

También fue una completa sorpresa para su abogada, Elizabeth Ricci, de Tallahassee, que ha estado luchando por el caso durante tres años.

“Casi me caigo de la silla cuando lo leí esta mañana. Tuve que mirar las palabras varias veces. No podía creerlo”, dijo. “Estoy segura de que hay otras personas en esta situación que ahora podrán obtener la naturalización. Me alegro mucho por estas personas”, por los veteranos de guerra, añadió.

Ricci, que es miembro del Programa de Asistencia Militar de la Asociación Americana de Abogados de Inmigración (AILA), dijo que se estima que la nueva orientación ampliada podría ayudar a unos 300 veteranos de guerra, o más, nacidos en el extranjero que fueron deportados debido a su estatus migratorio, generalmente después de cometer algún tipo de delito legal.

Naturalización negada

El ahora administrador de fincas en Ocala, Florida, dijo que estaba “aterrado” de ser deportado después de que su solicitud de naturalización fue negada por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) en enero de 2020.
Canton dijo que dejó Australia a los 17 años en un programa de intercambio y pasó un par de años trabajando en ranchos de ganado en Colorado y Wyoming antes de decidir alistarse en los Marines.

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Sus cuatro años de servicio militar le llevaron durante un año a la base militar de Okinawa, en Japón, antes de ser destinado a la base de los infantes de marina estadounidenses en Quantico, Virginia. Por el camino, el cabo Canton recibió la Medalla de Defensa Nacional, así como la Medalla de Buena Conducta y la Insignia de Tirador de Fusil.

Tras completar cuatro años, fue dado de baja con honores en noviembre de 1995, pero estuvo en servicio activo durante otros cuatro años, lo que significaba que podía ser llamado en caso de emergencia.

Canton nunca recibió ningún documento oficial de ciudadanía o residencia.

Se casó y tiene dos hijos, ahora de 15 y 17 años, con su esposa Paulina. También se registró para votar y pagó los impuestos estadounidenses. Los registros públicos muestran que emitió varios votos, incluyendo las elecciones presidenciales de noviembre de 2016 en las que votó por Donald Trump.

Sus problemas comenzaron en el verano de 2019 cuando intentó renovar su licencia de conducir de Florida y le dijeron que debía presentar una prueba de ciudadanía estadounidense. Llamó a la agencia de Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) y le dijeron que presentara una solicitud de naturalización.

En lugar de ello, se le acusó de cometer un delito al votar cuando sabía que no era ciudadano y se le sometió a un proceso de deportación.

La Legión Americana, la mayor organización de veteranos de guerra del país, calcula que puede haber miles de personas en esta situación. El número de veteranos nacidos fuera de Estados Unidos asciende a unos 530,000, lo que representa el 3% de los 18.6 millones de veteranos de todo el país, según el Instituto de Política Migratoria.

El memorando de política que recibió esta semana, titulado ‘ Aclaración de la Orientación sobre los Miembros del Servicio militar y la Naturalización’, afirma que la política actualizada forma parte de una iniciativa del DHS “para garantizar que todos los miembros actuales y antiguos del servicio que no sean ciudadanos y las familias de los miembros del servicio puedan permanecer o regresar a los Estados Unidos, para eliminar las barreras a la naturalización para aquellos que reúnan los requisitos y mejorar el acceso a los servicios de inmigración”.

Afirma que algunos antiguos miembros de las fuerzas armadas estadounidenses que sirvieron durante períodos de hostilidad “pueden ser elegibles para naturalizarse” aunque no fueran residentes legales cuando se alistaron. Añade que siempre que hayan recibido una baja honorable y hayan residido en Estados Unidos “en el momento de la incorporación, el alistamiento, el reenganche o la prórroga del servicio en las Fuerzas Armadas estadounidenses”.

“Mi viaje está a punto de terminar, pero cuántos veteranos hay que acaban de empezar con esto. Espero que hayamos creado conciencia”, dijo.

Canton dijo que no habría podido pagar los costos legales de su caso sin el apoyo gratuito de Ricci. “No sé cuántos abogados hay como Elizabeth que estén dispuestos a defendernos”, dijo. “Es una luchadora. Es mi campeona”, añadió.

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