A menudo las personas se perciben a si mismas de acuerdo a su estado de ánimo. Si existe felicidad, nos veremos en el espejo como una persona agradable y apuesta. Pero si nuestro estado anímico no es el mejor, las personas se perciben como un ser lleno de defectos y comienzan a resaltar todo lo negativo. Pero, ¿es así realmente?
Para nadie es un secreto que vivimos en un mundo lleno de apariencias, donde las conversaciones convencionales suelen estar enfocadas en los defectos y no en las virtudes.
Las mujeres se percibieron de una manera muy distinta a la que son
Científicamente, está comprobado que una persona recordará más un comentario negativo que uno positivo. De allí, la importancia sobre cómo nuestras palabras pueden influir en el estado de ánimo de los demás.
Esto es lo que deja evidenciado la línea de higiene personal, Dove, en un experimento social realizado en el año 2013 y que se viralizó en redes sociales en estos tiempos.
Y es que a través de una campaña publicitaria buscó resaltar la belleza real de la mujer. Y no, no hablaba del típico experimento que menciona la belleza interna, sino de la externa, que por alguna razón, no es percibida por los seres humanos como realmente es.
Para la realización de esta campaña se unieron con la empresa de comunicación Ogilvy Brasil y la artista forense del FBI, Gil de Zamora.
El retrato de la izquierda es la descripción personal, el de la derecha la descripción de un desconocido
¿En qué consiste el experimento?
El artista, experto en retratos tiene que dibujar a la mujer sin verla. Para esto, ella se tiene que describir a sí misma, mientras él le hace preguntas sobre su aspecto, con la misma técnica con la que se realizan los retratos criminales.
Posteriormente, una persona desconocida también la tiene que describir. Mientras tanto el artista del FBI hace un segundo retrato, esta vez con la descripción de la otra persona.
El resultado suele ser impactante. El retrato de las personas que se auto describen suele ser más feo, con defectos más pronunciados y tristes. Por otro lado, el retrato de esa misma persona, hecho por un desconocido suele ser más bonito, agradable y feliz.
De esta forma, buscan comprobar que a menudo las personas no ven sus verdaderas cualidades pero si suelen destacar todos sus defectos.
“Eres más hermosa de lo que crees, ya que la descripción de terceros correspondía más con la realidad”, es el mensaje final de la campaña.
El artista forense del FIB, Gil de Zamora, ayudó con el experimento
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