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Estos son los beneficios de la dieta mediterránea para los pacientes con lupus

Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Granada reveló que la dieta mediterránea tiene múltiples beneficios para los pacientes con lupus eritematoso sistémico (LES), una de las enfermedades autoinmunes sistémicas más frecuentes. Los pacientes con lupus que siguen una dieta mediterránea tienen una menor incidencia de sobrepeso u obesidad, presentan un menor riesgo […]

Por Allan Brito
Estos son los beneficios de la dieta mediterránea para los pacientes con lupus
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Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Granada reveló que la dieta mediterránea tiene múltiples beneficios para los pacientes con lupus eritematoso sistémico (LES), una de las enfermedades autoinmunes sistémicas más frecuentes.

Los pacientes con lupus que siguen una dieta mediterránea tienen una menor incidencia de sobrepeso u obesidad, presentan un menor riesgo cardiovascular y experimentan mejoras en la evolución clínica de la enfermedad (es decir, menor tasas de actividad de la enfermedad y acumulación de daño orgánico), según el estudio publicado en la revista Rheumatology.

Los investigadores también observaron que el consumo de ciertos alimentos es beneficioso para estos pacientes. La combinación de consumir alimentos antiinflamatorios característicos de la dieta mediterránea (como aceite de oliva, frutas, verduras, pescado y salteados vegetarianos caseros) y evitar alimentos fuera de ese patrón de dieta (como productos cárnicos procesados, alimentos con alto contenido de azúcar, y pasteles horneados en fábrica) se asoció fuertemente con una menor actividad de la enfermedad y daño a los órganos entre los pacientes con lupus.

Las personas que padecen lupus también tienen un mayor riesgo de problemas cardiovasculares, explicó la doctora Gabriela Pocovi Gerardino, dietista-nutricionista y primera autora del estudio.

En los últimos años, los investigadores han comenzado a destacar el posible papel de la dieta en el desarrollo y evolución de enfermedades autoinmunes, como en otras enfermedades crónicas como las enfermedades cardiovasculares, la obesidad, la diabetes o el cáncer.

Teniendo en cuenta que la mayoría de las enfermedades autoinmunes sistémicas, incluido el lupus, son patologías crónicas y degenerativas para las que no existe cura, y que su tratamiento consiste en el control de los síntomas, “estos resultados son de gran relevancia y podrían tener un gran impacto. Nos llevan a advertir que, junto con el tratamiento médico, el soporte nutricional podría ser de gran utilidad para mejorar la evolución del lupus y sus comorbilidades”, concluye la Dra. Pocovi-Gerardino.

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